El juicio que se iba a celebrar esta mañana, en la sala de Lo Social número 1 de Cartagena, por una demanda de 14 trabajadores del puerto contra Sesticarsa se ha suspendido por la ausencia de dos testigos. Los trabajadores reclaman que fueron irregulares los descuentos de 30 euros por cada día que descanso que le aplican a sus salarios, mientras que la empresa se opone a la demanda. Es el tercer juicio por esta causa que se suspende en los últimos meses, dos en sala número 1 y uno en la número 2 de Lo Social. Los trabajadores, tras la suspensión, acusan a la demandada de forzar las suspensiones para "ganar tiempo y arruinar a la empresa".

Una nueva cita entre los trabajadores y Sesticarsa ha tenido lugar esta mañana en los juzgados de Cartagena. Trece empleados del puerto más los herederos de uno que falleció han reclamado unos 5.000 euros por los descuentos que les han aplicados a sus nóminas entre febrero de 2007 y octubre de 2008 al aplicarle descuentos de 30 euros por cada día de descanso. Enfrente, la empresa, que considera que esos descuentos "estuvieron bien aplicados".

Sobre las once y cuarto comenzaron a entrar en la sala uno a uno los trabajadores para participar en un juicio que no llegó a celebrarse. La letrada de Sesticarsa, Isabel Rosique, solicitó al magistrado Carlos Contreras la suspensión de la vista ante la ausencia de dos testigos, uno residente en Madrid y otro en Cartagena, "necesarios para dilucidar el objeto del pleito". También expuso que la demanda reclama una cantidad global, "pero debe ser aclarada con el detalle de los días".

El letrado de los trabajadores, Fulgencio Angosto, se opuso a la suspensión. "Llama la atención que esos testigos no estaban propuestos cuando se iba a celebrar el primer juicio y que ahora sean importantes. Consideramos que no son fundamentales como elemento de prueba para el fondo del asunto", dijo. Respecto a detallar la reclamación por días, apuntó que lo primero "es aclarar el fondo del asunto y si nuestra estimación no es correcta se variará, sin problemas".

El magistrado, tras comprobar que los testigos no estaban citados, explicó que era cierto que esas personas no estaban citadas en la primera vista, "pero una vez admitidas en la segunda por el juzgado y ser considerados como importantes por la defensa" debía suspender la vista. Sí instó a la empresa a que, para aprovechar este tiempo hasta la nueva celebración, aporte datos para aclarar las cantidades, aportando Isabel Rosique el estadillo del calendario laboral de descanso y los grupos de descanso.

Esta misma causa fue suspendida en Lo Social número 1 el pasado 7 de julio por enfermedad de la letrada Isabel Rosique y también tuvo una suspensión en Lo Social 2 al solicitarse una aclaración de la demanda.

Expulsado por hablar en la sala

Cuando el juez expuso los motivos y decidió suspender el juicio, un trabajador expresó en voz alta: "¡Qué disparate!". El magistrado preguntó: "¿Quién ha dicho eso?". A continuación le expulsó de la sala, pues está prohibido alzar la voz en la celebración de las vistas, siendo los abogados las personas autorizadas como representantes de demandantes y demandados.

Enfado en los trabajadores
Los trabajadores del puerto salieron de la sala muy molestos. "La empresa, con estas estrategias, lo que pretende es ganar tiempo y que mientras se arruine la empresa y cerrarla, que es su objetivo, para a partir de entonces volverla a crear con otros condicionantes", expresaron varios. También se quejaban de la persecución que están sufriendo los sindicalistas y no entienden cómo siguen en sus puestos "personas con tantas imputaciones y que 'pasan' de los valores que fija la Constitución".

Después expresaron de que el lema del sindicato La Coordinadora es: "Nunca un paso atrás", por lo que siguen adelante en las reclamaciones de lo que consideran justo.