Como bien sabéis los lectores de este diario digital, hace aproximadamente dos años con el anterior equipo de gobierno municipal se produjo un hecho histórico en la ciudad, mas concretamente en el barrio de los mateos.

Por decisión política hubo una demolición de viviendas para intentar recuperar una zona desgradada y convertirla en zona verde.

Hasta ahí perfecto, pero ahora viene las consecuencias colaterales.

¿Acaso se han preocupado los que tuvieron la potestad de decidir el momento de demoler las propiedades de los vecinos para su posterior morada?

La inmensa mayoría estoy seguro que no.

Si es verdad que se lo imaginaban, que se estaba rumoreando tiempos atrás pero no llegaba hasta que se hizo realidad.

Toda la historia de una familia, generación tras generación tirada por la borda, como diríamos de forma coloquial.

Ser humilde no significa no tener sentimientos, no por carecer de medios tienen derecho a echarlos a la calle, aunque cumplan las fechas para un desalojo, pero lo que es verdad que estas familias no han tenido más remedio de emigrar.

Nos preguntamos, ¿cuál es el lugar más idóneo, más fácil de trasladar a toda sin familia sin causar aparentemente molestias al resto de vecinos? Pues lo tenían muy claro, iremos a las 600.

Y ahí es donde viene todo el meollo.

¿Quien pone punto final a esto?, hasta ahora nadie. Nadie ha sido capaz de poner nombre y apellidos a esta situación.

El caso es que uno llama al otro, el otro llama a otro y así sucesivamente. Las formas que mas da. La clásica patada a la puerta y para dentro. Bien por sus propios medios o porque alguien se encarga de decir en esta o en la otra.

Fulanito vente aquí que no pasa nada, fíjate que incluso vienen desde otros municipios de la región o incluso de regiones limítrofes, almerienses, alicantinos etc.

Pero ahí no aba todo, existen personas que hacen de mediadores y a cambio de un dinero que los entrantes les entregan les da derecho a morar estas viviendas.

Este hecho se da tanto en las viviendas de planta baja, pisos y dúplex de la zona de las 600.

¿Porque decimos las 600? Pues muy sencillo, porque en la barriada virgen de la caridad no hubiese pasado eso.

Comercialmente se vende mas de una manera que de la otra, incluso socialmente se ve de diferente color.

Desde la asociación de vecinos queremos ponerle punto final a esta situación.

A través del colegio de abogados, policía local, nacional, asociaciones no gubernamentales como cruz roja, caritas, bancos, servicios sociales a través del departamento de vivienda y la propia federación de asociaciones de vecinos podríamos tener las armas para formalizar la situación de estas familias.

Es fácil si se tiene interés de solucionar esta situación, es fácil si se quiere será imposible si lo único que quieren es seguir mareando la perdiz, porque lo que si es verdad es que después el problema nos lo quedamos nosotros, ellos y sabéis quien seguirán viviendo en sus chalets, mansiones etc., total con ellos no va el problema.

Es de todos sabido que no son los mejores momentos que atraviesa una institución tan representada por los vecinos como ésta.

No será por las retribuciones que desprenden, ni mucho menos sino quízas por querer hacer ver los sentidos de los vecinos.

Dicho de otra forma, que los vecinos y vecinas nos veamos representados ante la Administración donde de alguna manera se debatirán nuestros sentimientos y nuestras reivindicaciones.

Unos dicen que son verdaderas plataformas políticas y otros los tenemos únicamente para que nos defiendan mas allá que desde las Asociaciones de Vecinos llegamos.

¿Rentabilizar la institución?, pues ese es un verdadero objetivo de los que la componemos.

Sin ir mas lejos, bajo mi modesta opinión, entiendo que cuando se vertebra algo, cuando de fracciona, es porque no funciona.

Pongamos un ejemplo, (sin acritud), existe una ONG de ámbito internacional como la Cruz Roja, (con mucho respeto) llegan hasta donde pueden llegar y como por lo visto dentro de la misma hay intereses contrarios, cogen y en vez de luchar desde dentro para enriquecerlo y hacerlo mas grande,  cogen y se dan de baja de la misma y fundan otra ONG que se llame (lo que sea), toma, ahora hay otra ONG y así sucesivamente, en definitiva, todos buscan lo mismo y divide y vencerás.

En definitiva, con la Federación pasa lo mismo.

Crean las Juntas Vecinales, desde las alturas y con intereses muy, pero muy creados les dan mas protagonismo que a la Federación quedándose por lo tanto èsta,  para sopar las migajas que a alguien les sobra.

Eso sí, nos hacen ocupar asientos, pero tipo de convidados de piedra que, bajo mi siempre modesta opinión, no sirve de nada.

Se nos dice que asistamos en comisiones municipales, pero nada más, sin atribuciones algunas, sin sentido, estar por cubrir el expediente de la participacion.

La cuestión que nos lleva es el caso de la renovación de Directivos para la composición de la nueva Junta Vecinal.

Yo particularmente estoy de acuerdo y siempre diré que hay que renovar, que desde nuestro punto de vista seamos ejemplares para demostrar a los políticos que no dependemos de ellos, que no tenemos al movimiento vecinal como trampolín para profesionalizar nuestro futuro y por lo tanto tenemos criterios propios siempre con un único objetivo, darles a los vecinos de nuestros barrios la mejor calidad de vida que se merecen.

Las gestiones son las únicas armas que desde una posición humilde tenemos, por tener tenemos la fuerza de los argumentos, tenemos la voluntad de querer hacerlo, tenemos la unidad del pueblo y por último tenemos por tener la sabiduría que sin cobrar hacemos tiempo al poco tiempo que tenemos y que le restamos a nuestra familia.

Uds., políticos lo tienen todo, tienen nuestro tiempo, administran nuestro dinero, lo destinan allí donde sus políticas de partidos les dicen y por destinar hacen y deshacen lo que les viene en gana, porque son tan ignorantes que no se reúnen con los representantes vecinales para determinar aquel modelo de barrio que a nuestros vecinos les interesan.

No saben hablar con nosotros, únicamente se ponen a nuestro nivel cuando nos piden los votos cada cuatro años y la verdad con tantas promesas incumplidas, se les ha visto hace mucho ya el plumero.

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos, si me dan la posibilidad y cuentan con mi modesta opinión y desde mi parcela, seré el malo de la película, intentare hacer cumplir las normas de principios fundamentales de los vecinos que no es otra cosa que no perder el tiempo con los políticos, no marear la perdiz, llegar y estar allí donde realmente seamos objeto útil para solucionar y/o minimizar aquella parte negativa hacia nuestros vecinos, estar donde debemos estar y no ir por aquello de ir.

En definitiva, se nos escuchara por lo menos igual que a las juntas vecinales y hacerles ver que si a ellos sí, a nosotros también.

Desde estas líneas ruego la asistencia el próximo día 24 de febrero a la asamblea en la federación, de todos los compañeros que hacemos posible que las asociaciones de vecinos tengamos sentido de vida.