Domingo, Abril 28, 2024
   
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No es lo mismo estar en Europa que estar en la 'Champions'

Este símil futbolístico va directamente relacionado con la Semana Santa de Cartagena. Los equipos pueden clasificarse para competiciones europeas, pero no son lo mismo unos que otros torneos. No es lo mismo tener el interés internacional que tener la presencia internacional que se debiera tener.

He estado viendo capítulos de 'Pasión y muerte', espacio que se emite en el canal televisivo 'Historia', sobre la Semana Santa en diferentes lugares de España y del mundo, tanto por su forma de ofrecerse como por todo lo que la rodea socialmente. He visto escenas de Sevilla, Castilla, Orihuela, Murcia, Lorca... ¿Y Cartagena? Nada. ¡Qué desencanto! El pasado Viernes de Dolores me animé algo al ver que en informativos nacionales salían escenas del Vía Crucis del Cristo del Socorro como primera procesión de España. Me alivió. Sin embargo, con el paso de los días otra vez me hierve la sangre no escuchar nada de nuestras procesiones fuera de los medios de comunicación locales o regionales. Ayer, escuchando algunos californios en el Cabildo de los Dátiles vi la sensación de falta impacto exterior no es sólo cosa mía. Algo (o mucho) está fallando.

Uno de los asistentes abogó por crear la figura de gestor para aplicar criterios empresariales a esa difusión. Estoy de acuerdo. Son perfectamente compatibles la auténtica razón de ser de los desfiles pasionarios, que es la catequesis en la calle, con su faceta de atraer turistas lejanos y cercanos, pues cada día veo que se va desinflando su arraigo. Ya dijo Domingo Bastida, cuando dejó el cargo de hermano mayor de los marrajos, lo importante que eran captar fieles en barrios y diputaciones. Poco se ha hecho.

Lo primero es definirse. ¿Queremos una Semana Santa sólo para los de aquí o queremos que también sea escaparate exterior?, ¿queremos un sentido exclusivamente religioso o queremos también que atraiga turistas?, ¿queremos mostrar el orgullo sólo entre nosotros o queremos que nos vean por otras tierras?, ¿queremos unas procesiones domésticas o sin fronteras?... Según sean las respuestas deben ser las actuaciones.

Estamos en el siglo XXI y la difusión es fundamental. Los que nos dedicamos a la comunicación sabemos que 'lo que no se conoce no existe' en estos tiempos y hay muchos españoles que no conocen que tenemos (posiblemente) unos desfiles pasionarios únicos y cargados de atractivos. Hoy en día vienen muchos turistas, pero si no se trabaja la publicidad exterior la cifra se irá reduciendo. También sucederá lo mismo con la presencia de visitantes del municipio y así cada vez se verán menos sillas ocupadas en los desfiles. No soy adivino, pero existen señales para pensar así. Son muchas las cosas que habría que acometer, pero lo mismo resulta que estoy equivocado y que todo está 'ferpecto' como está.

 

Portmán, esa cruz

La cobertura es un problema en territorio portmanero, pero no sólo para móviles. Hay uno mayor y es el que existe entre el Gobierno de España y el anhelado proyecto de regeneración de la bahía. Por 'fas' o por 'nefás', el caso es que no culmina y los años pasan y pasan. Esta vez el 'stop' lo colocan antes de las elecciones generales, un buen momento para que todos los partidos unionenses alcen la voz como uno solo.

Me explico. Ahora mismo nadie sabe qué partido político va a ganar las próximas elecciones generales ni qué formación será la que gobierne (no siempre es lo mismo). Es decir, no hay un partido que esté gobernando y al que le pueda sentar mal que su discípulo de La Unión proteste. Digo esto porque de todos es sabido que formar parte de una formación nacional tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Es bueno formar parte de una estructura política de envergadura y lo malo es que hay clases y escalafones, con lo que brota el servilismo al 'papá o al jefe'.

Un servidor ha podido ver lo descorazonador que ha sido para nuestros políticos cada vez que el ansiado proyecto ha sufrido un revés. Lo he visto en gente del PP de aquí y lo he sentido en personas del PSOE de aquí, pues tengo claro que es a los unionenses a los que de verdad les duele tanto despropósito. Como es obvio, no lo he visto en los de arriba, quienes sólo pisan estas tierras cuando las cosas van bien y pueden recibir flores. Cuando la cosa se pone 'malita' no hay político nacional que aparezca.

También he escuchado comentarios de los vecinos. Ya son bastantes los que no se creen que la bahía acabe siendo regenerada y los que expresan que todo esto ya parece "pitorreo", además de los que apuntan que si esto pasara en otra comunidad autónoma "ya estaría acabado". Tienen argumentos para pensarlo. Sin embargo, no hay que rendirse. Eso nunca y más cuando hay un objetivo tan necesario en el horizonte tanto por subsanar el mayor atentado medioambiental sufrido en el Mediterráneo como por encauzar el futuro de los ciudadanos de este municipio.

Ahora vamos a eso de elevar la voz como uno solo. El destino de ese 'grito' es Madrid, donde están los que hacen y deshacen en todo este asunto. Por su parte, el origen lo situamos en La Unión. Si partimos de la base que en democracia los partidos políticos representan al pueblo, ¿por qué no todas estas formaciones unionenses se unen para exigir lo que es de justicia y es el sentir de sus vecinos? Habrá quien diga que planteo un imposible porque aquí son muy agrias las batallas políticas. Sin embargo, soy una persona positiva y pienso que La Unión está por encima del partido de cada uno y que en la coyuntura actual se puede hacer porque nadie está enfrentándose a sus superiores porque España no tendrá gobierno hasta que pase el 28 de abril.

Esta utópica idea la dirijo tanto a los cuatro partidos del consistorio (PSOE, PP, IU y Cs) como a los que están fuera y se presentará a los comicios municipales del 26M (Podemos, Somos Región y Vox). Cualquier de ellos puede tener poder en el próximo gobierno de la nación, ya sea por haber recibido una mayoría de votos como por tener la famosa 'llave'.

La idea sería convocar una reunión privada de la que saliera un texto sencillo pero directo para exigir al próximo gobierno nacional 'una actuación prioritaria y urgente' del proyecto de regeneración de la Bahía de Portmán. Esa demanda estaría respaldada por La Unión a través de todos sus partidos políticos, ya que ninguno dañaría a sus superiores, pues, como dije antes, ahora mismo nadie tiene el bastón de mando ahí arriba. 

Lo que hay que conseguir es que si hay que habilitar más millones de euros desde Madrid, pues que se haga, al igual que se recortaron tiempo atrás. Si desde Madrid hay que buscar recovecos para agilizar el proceso, que se busquen. Si hay que... que se haga. Es decir, que exista auténtica voluntad política y vocación de servicio de nuestros mandatarios nacionales hacia esta tierra. Además, ¿a quién le puede sentar mal que se reclame para Portmán lo que tanto se ha prometido?

La foto sería histórica con los representantes de los siete partidos juntos por La Unión, dejando al margen utilizar el asunto de Portmán como 'arma arrojadiza política', algo que no conduce a nada salvo a buscar el poder local. Lo que propongo es pensar más en el votante que en el voto en este tema. Luego, en los demás, que siga el juego político.

Faltan 14 días para el 28A. Hasta entonces se puede hacer algo diferente (no es habitual que todos los colores políticos de un pueblo alcen juntos la voz hacia los grandes gobernantes), pero lo mismo resulta que estoy equivocado en todo este planteamiento y resulta que todo está 'ferpecto'.

 

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