Estamos escuchando hasta la saciedad a tertulianos políticos utilizar el nombre de la popular serie televisiva 'Juego de tronos', basada en las luchas entre nobles de varios reinos, pero un servidor se toma la libertad de quitarle una letra a la primera palabra, pues veo mucha ansia por saborear el 'zumo del poder'.

28 de abril, elecciones generales. 26 de mayo, elecciones autonómicas. Pasa el tiempo y nada de nada, que no hay manera a que se forme y ponga en marcha un gobierno estable ni en uno ni en otro hemiciclo. Antes de la cita con las urnas comenté que estamos en época de saber pactar ante una sociedad multicolor. Pues bien, ni saben pactar ni piensan en la sociedad.

Este año está demostrando a muchos que los políticos (en general y con sus honrosas excepciones) piensan más en los votos que en los votantes y más en el poder que en su poder para ayudar a los vecinos. Todos quieren parte del 'pastel'. Ahí está la clave. Lo de la vocación de servicio lo dejamos para otros.

Esto que apunto se lo están diciendo entre ellos los mismos políticos de partidos diferentes. A veces, incluso con frases más duras, pero es el juego político. Ponerse a parir pero al final llegar a un acuerdo en el que todos pillan. La fórmula está inventada, pero mientras escuchamos razonamientos surrealistas, pues lo mismo un partido político pide en una autonomía gobernar porque ha sido el que más votos ha logrado  cuando a nivel nacional lo ha hecho en minoría. Las frases de (falsa) pureza siguen vertiendo de sus bocas (da lo mismo el color), pero la credibilidad sólo llega a sus forofos de partido.

Y mientras, la ciudadanía está ahí, casi al margen. Buscados para pedirles el voto y aparcados cuando los sueltan. Triste, muy triste. Actualmente hay muchas más cosas importantes que si gobierna uno u otro. El bien social debería estar por encima del interés político. Utopía.

Quizás por eso tampoco extrañe que el espacio que los medios de comunicación (en general) está prestando al debate político de la Región de Murcia para elegir a su presidente sólo tenga proyección en una escasa proyección ciudadana, más bien sólo en aquellos vinculados a partidos políticos. La mayoría 'pasa' y no tienen este asunto entre sus temas de tertulia. Desde nuestra posición podemos dar fe, por los pinchazos registrados en las noticias que publicamos, que estas noticias quedan muy lejos del 'interés general'.

Pero lo mismo resulta que estoy equivocado, que los partidos políticos están centrados ahora más en gestionar calidad de vida para la ciudadanía que en luchas por el 'trono'. Lo mismo estoy equivocado y todo está 'ferpecto'...

Pacto de tres ‘anti López’ para una gobernabilidad, socialistas a los que parecen quedar pocas horas como tales, seguidores de MCC cabreados…  Y con todo este panorama, aún queda lo importante: un municipio por gestionar. El ‘todo es posible’ anida en Cartagena y más en el pantanoso terreno de la política.

No es lo mismo ser profeta que opinar a ‘toro pasado’. Hoy, tras el 15J, todo parece tener su explicación. Uno se remite al artículo de opinión que escribí de ‘Los enemigos de mis enemigos son mis amigos’ (pinchar aquí). Creo que al final ha influido en el frente gestado para que José López no vuelva a la Alcaldía. También los conflictos internos del PSOE, que son legendarias desde hace décadas en este partido y ahora no iba a ser menos, pues un movimiento crítico hacia Castejón se estaba abriendo paso por no ganar las elecciones y haber recibido menos votos municipales que Diego Conesa en los comicios regionales. No sé si el enroque de la galilea se veía venir, pero lo ha hechoy sigue ahí. Se ha saltado la obligación de plantear a los militantes cualquier pacto, por lo que el PSRM no ha tardado en abrir el expediente y ayer, en Los Alcázares, el líder regional ya se refería a ella como “ex compañera”. Blanco y en botella. En base a lo que unos dicen y otros escuchamos, tiene su lógica pensar que los seis ediles de la polémica podrían pasar a ser grupo mixto, quedando desligados de un PSOE que tendrá que recomponer fichas, pero ya pensando en dentro de cuatro años.

Para Cs y PP el pacto es otra cosa. Los primeros estarán en el gobierno municipal pese a perder un edil con respecto a la legislatura anterior y los segundos recuperarán, durante dos años, el gobierno municipal que perdieron tiempo atrás. Por cierto, esto de repartirse las alcaldías parece que es una moda que empieza a recorrer la geografía nacional tras haber funcionado ‘convulsivamente’ en esta tierra. Para MCC sólo queda el respaldo popular de sus simpatizantes y la resignación, pues lo sucedido está dentro del juego político. En 2015 no gobernó el PP teniendo mayoría y ahora tampoco lo hará MCC. ¿Es justo? Simplemente, es política, donde el imán de tener el poder atrae con mucha fuerza a costa de lo que sea.

La cuestión es que Cartagena ya tiene gobierno municipal. Sus políticos deben responder ahora a sus votantes y, en general, a toda la ciudadanía. Lo que de verdad importan son los hechos por encima de la verborrea de las explicaciones de unos y de los enfados de otros. Recordemos que estamos en Democracia y que nada es eterno. Aquí los cargos sólo duran cuatro años. Después, los vecinos volvemos a votar y a decidir.