Ahora que ha pasado el gran festival flamenco y nadie se puede dar por aludido, me gustaría comentar una sensación que tengo sobre algunos afamados protagonistas de las galas de la última década. ¿Es más importante para el artista estar en el Cante de las Minas o para el Festival contar con ellos?

Llevo algunos años cubriendo el Festival del Cante de las Minas. No soy, ni por asomo, un entendido del flamenco, pero sí trato de percibí las sensaciones que dejan entre los espectadores y también escucho algunos comentarios por 'lo bajini' que hacen los críticos especializados.

La mayoría de los que pasan por el escenario están al nivel esperado, pero los hay que que no lo hacen. Estos años he sido testigo de algunos casos. Unas veces por actuaciones más breves de lo esperado que han decepcionado a los que se han gastado sus buenos euros en asistir y en alguna ocasión porque no han estado al nivel que requiere una actuación. Cuando así ha sido, he tratado de reflejarlo en el artículo, pero luego tengo el problema que hay quien considera que criticar a un famoso es atacar al Festival, lo que me ha originado algunas controversias en las que me ha sido muy difícil explicar que no es así. No siempre lo he conseguido y alguno se ha quedado con la idea de que daño el Festival. En absoluto ha sido nunca mi intención, pero soy de los que piensan que por ser famoso no todo vale y que cualquier artista que se precie debe entregarse a sus espectadores y más cuando se trata del público del Cante de las Minas. Esto no es como ir a la plaza de toros por si esa tarde le sale una gran faena al 'Faraón de Camas', en absoluto. Aquí el que saca la entrada lo hace porque, en teoría, tiene garantizado que va a escuchar o ver lo que espera. 

El flamenco está de moda y cada vez son más las localidades que organizan festivales y actuaciones, con lo que los afamados artistas no tienen excesivos problemas en llenar sus agendas y, consecuentemente, aumentar sus ingresos. Por su parte, esta circunstancia obliga a la Fundación del Cante de las Minas a buscar siempre lo mejor entre una cada vez mayor competencia.

El Festival del Cante de las Minas es lo más grande en flamenco. Su razón de ser es el concurso, que no tiene parangón con otros que se celebran. Ahora, en las galas algunos parecen que no terminan de asimilar que actuar en la Catedral del Cante no es lo mismo que hacerlo en otros escenarios. Desconozco los entresijos internos y si alguno de los famosos ha sido 'castigado' sacándo su nombre de la lista de futuribles contrataciones. No lo sé, pero sí que entre todos debemos conseguir que actuar en la 'Catedral' no sea una actuación más para nadie, que subir a ese escenario se gana, no se regala.

Así lo pienso, pero lo mismo resulta que estoy equivocado y todo está 'ferpecto'.

¿Los delincuentes nacen, surgen o se forjan? Los 'broncas' entre la juventud de hoy tienen todas las papeletas de ser 'estrellas' de la delincuencia de mañana. No siempre será así, pero existen muchas posibilidades. Lo preocupante en estos tiempos es que se han puesto de moda los enfrentamientos entre grupos de jóvenes coincidiendo con celebraciones festivas. Sucede desde hace varios años. Parece que no tienen miedo y se repite, se repite, se repite...

Lo que ha sucedido en Portmán el pasado fin de semana no es nuevo. Sólo unos días antes, en la víspera de la festividad de Santiago Apóstol, se desató la batalla campal cuando los agentes del 092 se habían marchado tras cubrir una noche de hogueras en la playa y concierto. El Algar, Nueva Cartagena y Polígono Santa Ana sufrieron sus 'grandes batalla' hace dos años, al igual que Portmán, que ahora vuelve a la palestra de los medios informativos por hechos negativos, con excepción de nuestro periódico, donde las buenas noticias también son noticia y no sólo nos importan los capítulos oscuros para hablar de un pueblo.

Tampoco estas peleas son cosas de esta zona, en absoluto, pues en otros puntos de España también se registran. Unas veces se citan por redes sociales y en otras sólo es cuestión de acudir y esperar, pues en el fondo todos quien 'darse caña' y lucir sus dotes de lucha libre. Patético.

Las autoridades han ido adoptando para estos casos medidas preventivas y de seguridad. No voy a entrar en si son suficientes (ellos son los que saben si se podía hacer más o no) ni en que continúa faltando efectivos, lo voy a hacer de las leyes, siempre criticadas porque siguen sin responder a la ciudadanía de buen comportamiento social. ¿Qué riesgo corre actualmente un menor de edad que se mete en una pelea? Pues eso, ¿quien dijo miedo? Es más, para algunos en una 'mueca' más en su palmarés. Sin castigo sí hay paraíso para los jóvenes valores de la delincuencia de mañana. 

Sin embargo, lo mismo estoy equivocado y resulta que todo está 'ferpecto'.