Martes, Marzo 19, 2024
   
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'Y si no pasa, ¿qué pasa?'

Llegó el 'bicho' y nos dijeron que nos escondiéramos. Lo hicimos. Sin embargo, pasa el tiempo y la vacuna no llega. Encima, además de hablar de un posible rebrote para otoño-invierno, escuchamos que en nuestra Región somos especialmente vulnerables al contagio al tener pocos casos y, por tanto, menos inmunizados que en otras tierras. Quizás debamos plantearnos aprender a hacer vida con el coronavirus, pues como la solución sea seguir como 'topos' ya no valdrán ayudas económicas y lo que tendrán que hacer los que mandan es mantenernos, algo de lo que dudo de que tengan capacidad.

Estamos llevando a cabo un confinamiento ejemplar, pero... ¿hasta cuándo? ¿Qué ocurrirá si no pasa de largo y se queda una buena buena temporada el maldito Covid-19? Es obvio que la batalla no se ganará hasta que aparezca la vacuna y que, cuando lo haga, aún habrá que esperar un tiempo para su aplicación global. Podemos estar hablando de muchos meses, incluso años. Y mientras, ya escuchamos a las autoridades sanitarias decir que en otoño-invierno puede llegar un rebrote, además de que el consejero autonómico de Salud insiste en que las gentes de nuestra Región serán especialmente "vulnerables" al contagio al haber tenido pocos casos (vamos, que parece que malo es contagiarse y que no es bueno no hacerlo). ¿Seguimos atrincherados hasta entonces? Ni es bueno para la salud mental ni veo a nuestro gobierno con recursos económicos de alimentarnos.

Pienso que tenemos que empezar a plantearnos llevar nuestras vidas con el coronavirus presente, eso sí, con especial celo en cuidar las medidas de protección frente al contagio, como llevar mascarillas o guardar los dos metros de distancia con los demás, por citar unos ejemplos, y copiando un modelo como el que se desarrolla en Japón. Así, algunas actividades comerciales podrían reactivarse, como ferreterías, perfumerías y otras muchas con las mismas precauciones que ahora se llevan a cabo en los centros de venta de productos de alimentación, en las tiendas de informática o en los estancos. Además, los coches volverían a circular, se romperán, volverán los clientes a los talleres... y así otros ejemplos. Bien es cierto que en otras actividades comerciales será más complicada, pero será cuestión de estudiar soluciones. La situación no volverá a ser como la de antes, pero creo que se paliará algo el problemón que ya sufrimos. 

Visto lo visto, ¿por qué no? Es una idea más, como tantas que escuchamos, algunas encontradas. Dije hace unas fechas que en la Región de Murcia y Andalucía debíamos tener unas medidas menos severas que en el resto de España, especialmente donde se sitúan los focos, en Madrid y en Cataluña, pues estoy convencido de que si las cifras estuvieran cruzadas hubiesen aislado el sur español como en China hicieron con la Región donde surgió todo, mientras que el resto del país seguía su actividad y abastecía a ese área. También me hizo pensar esa posibilidad que en Portugal, dentro de la misma península que España y con 1.200 kilómetros fronterizos, las cifras son muy inferiores a las de nuestro país. Se lo planteé al consejero de Salud y mostró su oposición, defendiendo por una medida homogénea a todo el territorio nacional. Sin embargo, su 'jefe', Fernando López Miras, manifiesta en una entrevista a El Mundo que sería partidario de una desescalada del confinamiento proporcional a los territorios con menos contagios. Es decir, no era tan descabellado actuar en base a la incidencia territorial. Decidirán los de 'más arriba', que reconocen que sobre la mesa barajan diversas opciones, como también está aplicar una desescalada progresiva y por grupos de edades o establecer dos etapas, una estival y otra invernal.

El caso es que, aparcando el capítulo de responsabilidades de cómo hemos llegado a esta situación, ahora hay que plantearse el futuro inmediato, donde (y ojalá me equivoque) sólo tengo claro que tendremos que vivir con el Covid-19 cerca. ¿Nos escondemos de la amenaza o nos atrevemos a salir a esquivarlo a la calle? Cada uno tiene su opinión y la de un servidor queda clara, aunque, como siempre digo, es muy posible que esté equivocado y que resulta que todo está 'ferpecto'.

 

‘Las dos españas’

Si la gran mayoría de contagiados por una pandemia estuviesen en la Región de Murcia y en Andalucía, ¿las restrictivas medidas de prevención y contención serían las mismas en todo el territorio nacional?

La pregunta tiene miga. Pongamos por caso que las cifras de infectados por el Covid-19 que se registran en las comunidades madrileña y catalana fuesen las que ahora se registran en la mitad sur de España y viceversa. ¿El rigor de las medidas se aplicaría de forma idéntica?

Cada uno tiene su respuesta, como es obvio, pues se trata simplemente de opinar en base a las experiencias y sensaciones personales y a las informaciones que van llegando. En lo que respecta a un servidor, que es quien escribe estas líneas, se me plantean muchas dudas, a diferencia de todos los partidos políticos, que están de acuerdo en esta línea de prolongar la situación de ‘Estado de alarma’ por igual en todo el territorio nacional. Voy a exponer en qué sustento mis dudas, reconociendo que estoy un poco (o mucho) sobrecargado de escuchar tanta rueda de prensa e informaciones sobre este asunto durante tantos días. Estoy a punto de ‘petar’, lo reconozco, y a veces ya no sé quien lleva razón y lo que hoy me parece blanco ya no lo es tanto mañana o resulta que era negro.

En primer lugar, está claro que la unidad mundial ante un enemigo común es una quimera, al igual que utópica es la europea, desde el momento en que cada país aplica sus particulares fórmulas para combatir al (maldito) coronavirus y todos proclaman que se basan en criterios médicos y científicos. Lo único claro es que estas pandemia cuando llega arrasa y que la guerra no se ganará hasta que aparezca la vacuna, pero esa serie tiene más capítulos intermedios.

China decidió el 23 de enero aislar Wuhan y otras 15 ciudades de la región de Hubei (unos 60 millones de personas aisladas), mientras que el resto del país se encargaban de abastecer ese área. Corea apostó por los test para aislar a las personas contagiadas del resto de sus habitantes. Japón abogó por el aislamiento voluntario de la población y el obligatorio de los contagiados, además de que está prohibido circular sin mascarilla y sin respetar el distanciamiento con otras personas. Estados Unidos es... Estados Unidos y un variado ramillete se da en Europa. Y supongo que en cada nación, al igual que en la nuestra, sus políticos ofrecerían explicaciones tan razonables de las medidas adoptadas como se escuchan aquí.

A todo esto sumo lo que dijo ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, el doctor Fernando Simón, respecto a que abogaba por que fuera obligatorio el sistema de protección personal (una vez que ese material esté disponible en grandes cantidades) y evitar alargar el confinamiento. También añado que Pedro Sánchez ha comentado que las medidas restrictivas de los 'estados de alarma' establecidos y los que llegarán "estarán en función de la evolución y de ahí se modularán los estados de alarma, según como dure la transición hacia la cotidianidad". Es decir, según la incidencia la pandemia en cada momento. De ahí que durante dos semanas hubiesen medidas extraordinarias y que ahora se vuelva a la situación anterior.

Tras exponer los ingredientes, voy a mi particular parecer 'en función a la incidencia la pandemia en cada lugar' de nuestra España, donde todos somos iguales pero no todas las tierras están igual de afectadas, por lo que pienso que se podrían coexistir medidas drásticas con otras con cierta relajación. Por ejemplo, en la mitad sur se podría permitir el tránsito con la obligatoriedad de que todos lleven protección, que la distancia mínima entre dos personas sea de dos metros, que en los comercios no puedan entrar más de dos personas y que en los turismos como mucho puedan ir hasta dos ocupantes en diagonal... y el que no cumpla, sanción sin contemplaciones. Al igual que Los Alcázares y San Pedro han cerrado hoy carreteras de acceso, dejando sólo una para entrar en cada municipio, habría que montar controles tanto para evitar las salidas desde una zona y las entradas en la otra. 

¿Qué se consigue? Un experimento piloto hacia la futura readaptación, que algunos sectores de la economía (especialmente autónomos) alivien un poco la catástrofe económica en la que ya están inmersos y cierto 'oxígeno' anímico para la población que, estimo, no vendría mal a tantos días de encierro. Si se cumplen bien las normas no deben producirse nuevos contagios, y si estos empiezan a producirse, pues otra vez 'toque de queda'.

VULNERABLES

Sin embargo, por otro lado escucho al consejero autonómico de Salud, Manuel Villegas, decir que no se puede 'bajar la guardia' y más en nuestra Región porque al tener poca incidencia de afectados hay un porcentaje de población "vulnerable". Entonces, ¿es bueno o malo recibir al Covid-19? Se debe referir a la creación individual de anticuerpos y deduzco que esperan un contagio masivo y que el objetivo de las medidas restrictivas bien pudiera ser evitar el colapso en los servicios sanitarios mientras llegan más recursos o la soñada vacuna.

Tener una idea clara en todo este panorama es más complicado que el peor galimatías. Lo único claro es que hay que pensar en el bien colectivo y propio, que para tener ruina económica hay que estar vivo y que los que mandan son los que mandan, siendo nuestra obligación obedecerlos al margen de nuestros pensamientos.

EL MAÑANA
Pedro Sánchez ha comentado, por otro lado, su deseo de recuperar los 'Pactos de la Moncloa' de 1977 para la reactivación económica tras la crisis. Hace cuarenta años la mentalidad de los políticos era otra y prevalecía España. Ahora lo veo más difícil, pero ojalá lo consiga. Lo que sí digo es que no habría problemas si nuestros políticos tuviesen un diez por ciento de la mentalidad de unión, solidaridad y bondad de los españolitos.

EL BOLSILLO DE LOS POLÍTICOS
Por cierto, cada vez son más voces que piden eso de 'predicar con el ejemplo'. Con lo que ganan nuestros políticos, ¿por qué no rebajan sus sueldos a la mitad y sufren (algo) también las consecuencias económicas del coronavirus? ¿Por qué no se suprimen gastos o instituciones de dudosa efectividad? El futuro económico inmediato que les espera no es el mismo que la mayoría de la población a la que representan. Sin embargo, este comentario está de más porque es la historia de siempre y no aporta nada nuevo.

EL ROSELL
De forma paralela a toda esta grave situación ha tomado relieve el hospital del Rosell, que desde el año 2010, cuando lo aprobó la Asamblea Regional con el apoyo de todos los partidos políticos, tiene pendiente recuperar su pleno uso hospitalario. Fechas atrás pregunté al consejero Villegas aprovechar la infraestructura que se está montando para combatir al coronavirus para llevar a cabo el mandato, pues en este caso no implica desmontar después. Echó 'balones fuera'. Ahora, con la donación de camas por parte de un empresario anónimo que ha gestionado el Ayuntamiento de Cartagena, parece que le están 'metiendo con calzador' ese objetivo. Me alegro.

De todos modos, es muy posible que esté equivocado en todo lo que opino y que resulta que todo está 'ferpecto'.

 

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