Jueves, Marzo 28, 2024
   
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Asociación de Vecinos de Virgen de la Caridad: zona roja

Resulta básica la consulta al cuaderno que elaboró José García García titulado “Mi barrio” para conocer la idiosincrasia de la popular barriada, más conocida como las Seiscientas. Él mismo, su propia vida entregada a los demás como hombre de Iglesia, militante de HOAC, creador y primer presidente de su asociación de vecinos, es referencia obligada para el conocimiento de su historia. Ya fallecido, su recuerdo permanece presente en la memoria de cuantos le conocieron.

 

A finales de los años 50 se libró desde la Administración central de un presupuesto para la demolición y urbanización de toda la zona del Molinete. La Corporación municipal presidida por don Miguel Hernández decidió emplear dicha partida en la edificación de viviendas sociales destinadas a familias que vivían  en las cuevas de Los Mateos. Los terrenos donde hoy se emplaza el barrio fueron cedidos al Ayuntamiento por parte de sus propietarios: Unión de Explosivos Río Tinto y Española del Zinc. Una vez edificado el poblado se le cederían 50 viviendas a cada una de las empresas, destinadas a sus trabajadores. La entrega de llaves y contrato provisional se efectuó en la Plaza Cronista, bajo la presencia del Gobernador Civil, Alcalde y el obispo Sanahuja. Pepe García escribe sobre aquellos momentos.

 

“…fue un acontecimiento digno de ser contemplado de ver como toda la gente se desparramaba por el poblado en busca de su vivienda para revisarla y ver las condiciones que reunía y como habían y como habían quedado definitivamente terminadas”.

 

Sus moradores eran obreros de las distintas factorías de Cartagena, y además cuatro o cinco familias gitanas que desde el principio estuvieron integradas en un nuevo barrio, no sujeto a ningún tipo de tradición, ni perjuicios.

 

El sacerdote que se hizo cargo de la parroquia, Pedro Hernández Cano, formaba parte de los sacerdotes obreros integrantes de la HOAC. Por estas circunstancias estaba fichado por la policía. La parroquia nacía por tanto marcada por estas especiales características. Según, nuevamente el testimonio escrito de Pepe García, en las misas de los domingos había dos  o tres policías secretos y en más de una ocasión los sacerdotes y algún seglar fueron llamados a declarar.

 

 

 

Por ejemplo, cuando el cura Hernández Cano criticó en su homilía el estado de excepción decretado por el Gobierno de Franco. Al término de la misa fue detenido y posteriormente encarcelado. En los balcones y ventanas aparecieron al día siguiente crespones o trapos negros en señal de solidaridad con el detenido, ordenando la policía su retirada, pero al marcharse volvieron a poner. Un grupo numeroso de mujeres marcharon a la cárcel para pedir su salida.

 

Algunos de los sacerdotes obreros vinculados a la parroquia fueron los jesuitas Ignacio Armada Comín, hombre comprometido con los comités de solidaridad con América Latina “Monseñor Óscar Romero”, Isidoro Galán, secretario comarcal de CCOO y Mariano González Mangada “el de Espartaco”, miembro de la primera directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos. Tanto HOAC como JOC organizaban diversas actividades en la parroquia, que también servía de lugar de encuentro para los obreros cuando precisaban reunirse para abordar asuntos relacionados con sus condiciones laborales.

 

Con motivo de una visita del Alcalde Ginés Huertas Celdrán al hacerle una serie de peticiones el grupo de vecinos como mejor método para la resolución de sus problemas. Se convocó asamblea general en el templo parroquial, procediéndose a la votación para la elección de junta directiva, resultando elegidos los siguientes vecinos: José García, Lorenzo Albaladejo, Antonio Selma, Rafael chueca, Agustín Lisón, Francisco Saura, Lorenzo Vergara, Joaquín Ruiz Vinader, Pedro Bernal, Pedro Sánchez, Antonio García Izquierdo y Alfonso Guerrero. Uno de los grandes animadores fue el párroco Pedro Hernández Cano, de hecho los estatutos se confeccionaron en el despacho parroquial el día 6 de Noviembre de 1.966, siendo aprobados por el Gobierno Civil el día 3 de Octubre de 1.967. A continuación escribe Pepe García que fue una de las primeras asociaciones de Cartagena y comarca y que más tarde, al amparo de está  y con el asesoramiento, en muchas ocasiones, se fueron creando otras. Casi la mitad de aquellos primeros miembros de su directiva continuaron ininterrumpidamente durante más de 9 años.

 

Las primeras actividades se encaminaron a proponer la unión de los bloques de pisos con cerramientos de muro para mejor aprovechamiento de un terreno que permitiría a los vecinos de los bajos ampliar sus viviendas con habitaciones y aseos. Sobre esa base, igualmente construirían los vecinos del piso, resultando todos beneficiados. Otras gestiones urbanísticas fueron la creación de calles salón con la eliminación de la circulación de vehículos, el cerramiento de los jardines de las viviendas según algún modelo uniforme, la creación de un parque infantil en la explanada posterior a la iglesia.

 

Consideraron necesario dotar a la barriada de un salón cultural recreativo como espacio de convivencia y para ello lo más acertado era construirlo en el costado derecho del templo. El terreno fue cedido por el Ayuntamiento y la construcción se llevo a cabo  con las aportaciones de la Asociación de Vecinos, Obispado y Grupo de Jóvenes, De la marcha de estas obras se daba cuenta en una hoja informativa destinada a todos los vecinos y fachada en junio de 1.969. Otra prioridad era una guardería, pues buen número de mujeres marchaban a trabajar y los niños quedaban abandonados. El local se habilitó en la casa del cura. Aunque empezó a funcionar a iniciativa de HOAC donde todo era desinteresado pues ni las chicas que la atendían cobraban nada, ni los niños pagaban nada, la Parroquia, asesorada por Cáritas, corrió los trámites necesarios para darle carácter oficial y poder conseguir subvenciones. El Ayuntamiento respondió finalmente con la creación del Patronato municipal de Guarderías, se construyeron nuevas aulas y quedó disponible el local parroquial para otros menesteres. Ocurría el 5 de Noviembre de 1.982, a la semana siguiente, nuevamente, la asociación solicitó a la parroquia los locales para los grupos de jóvenes y vecinos mayores. Era una medida transitoria en tanto en cuanto no se edificara un definitivo local social.

 

Se realizaron gestiones con RENFE y el Ayuntamiento para evitar las riadas que se producían en épocas de lluvias. Gracias a la eliminación de un puente bajo la vía del ferrocarril (a la altura del sendero que va hacia Torreciega y Española del Zinc) con lo que desvió el cauce de las aguas, liberando el poblado de la angustia que hasta ese momento vivía.

 

El alumbrado era insuficiente, pequeños puntos de luz con bombillas de bajo voltaje, También en ese punto se logró el objetivo propuesto; Un nuevo alumbrado.

 

Las primeras fiestas fueron organizadas por comisiones constituidas a tal efecto pero al crearse la asociación, pasaron a ser organizadas por ella. Según el testimonio de Pepe García eran festejos concurridos por la asistencia de vecinos de otros puntos de la ciudad. En aquellos años, al no existir aún asociaciones de vecinos, numerosas barriadas no gozaban de fiestas propias.

 

En el coso multicolor de Cartagena, la barriada participó siempre con una carroza diseñada por Agustín Lisón, presidente de los festejos. Nos cuenta Lisón. Que estuvo a punto de embarcarse en la barcaza iluminada, patrocinada por el Ayuntamiento, para acompañar a las Reina de las Fiestas del barrio, en la fatídica noche de la Velada Marítima de julio de 1.972. Maruja Agüera, que así se llamaba la joven elegida además Reina de las Fiestas de Cartagena, pudo afortunadamente salvar la vida en aquel naufragio. Otras actividades festeras fueron las cabalgatas de Reyes en el barrio y la participación en de Cartagena. Agustín Lisón creó las majorettes, subdivididas en dos grupos: pequeñas y mayores y la banda de tambores y cornetas, compuesta por 35 chicos. Los dos colectivos fueron signo de identidad para el vecindario.

 

Pero en 1.976 no hubo fiestas en la barriada “Virgen de la Caridad”. Se declara inactiva la junta directiva de la asociación al ser impugnada la elección de nueva junta el día 28 de Marzo, del año anterior citado. Sin embargo el Gobierno Civil desestimó el recurso interpuesto por don Pedro Pérez Romero y otros vecinos al considerar que todo el procedimiento había sido correcto: convocatoria de asamblea general, presentación de candidatos, elección de los mismos, etc. Así le fue comunicado por escrito del alcalde de Cartagena, Manuel García Candela. Finalmente resulta elegida en asamblea de 28 de Marzo de 1.976 la siguiente directiva:

 

Presidente:              Vicente Valdivieso

Secretario:               Adolfo Carrasco

Tesorero:                 Diego Baraza

Vocales:                   Agustín Lisón

Antonio Sánchez Haro

Camilo Carretero y otros.

 

En 1.977 nace un periódico de la asociación, “El Palo”, para la concienciación de los vecinos en relación con el barrio y la cultura.

 

Surgió el grupo teatral “Armonía”, que realizó representaciones en diversos puntos del término municipal. Esta actividad se mantuvo durante años, animada entre otros por el hijo de Agustín, pepe Lisón, y el sacerdote Pedro Hernández, hoy día secularizado. Representaron la Pasión y Muerte de Jesús, siendo Diego Baraza el actor que interpretó el papel del Mesías, y la Zarzuela “La Revoltosa”, representada para los enfermos del hospital del Rossell y los ancianos del asilo del barrio de la Concepción.

 

Los jóvenes también crearon una biblioteca, aportando bastantes libros los propios vecinos del barrio llegando a contar con mil volúmenes. Fue inaugurada en diciembre de 1.978.

 

Es de destacar el impulso dado a la comisión de cultura por su delegado Bartolomé Conesa Durán, no sólo por el servicio diario de biblioteca, sino a demás por los cursos de formación de la mujer con charlas sobre sanidad, aborto, educación sexual, planificación familiar. Entre los especialistas invitados contaron con el abogado Carlos Agulló, el farmacéutico Ambrosio García Díaz, la doctora Elvira Ramos y el ginecólogo Abelardo Linares.

 

El deporte del mini-baloncesto se potenció con una escuela y la formación de varios equipos.

 

Después de Valdivieso, entra de presidente José Sánchez Angosto, más conocido por “Pepe Alcántara”, al que seguirá Rosendo Cavas y José García hijo, teniendo a su padre de vicepresidente.

 

Termina José García su obra “Mi barrio” con una relación de las obras que Comunidad Autónoma y Ayuntamiento realizaron de embaldosado de la plaza sita frente a la calle Leandro Madrid y que la asamblea general celebrada el 8 de marzo de 1.987 acordó llevara el  nombre del primer  presidente de la Asociación de Vecinos, José García García.

 

En ese mismo año se constituyó una coordinadora de barrio formada por miembros de la asociación vecinal, parroquia, escuelas de adultos, asociación de padres de alumnos y guardería infantil. Esta coordinadora organizó una convivencia de vecinos en la pinada cercana al barrio, jornada en la que hubo una comida en común y juegos. También el carnaval del 87, el primero que se celebró en las 600. El pregonero, como no, Pepe García, que lo hizo en verso, he aquí una pequeña muestra:

 

Al barrio de las Seiscientas

ha llegado el carnaval,

y aquel que no se divierta

debe ser un carcamal.

 

En febrero de 1988 es elegido presidente José Campillo Fuller y vicepresidente Víctor Freire Carrión. En esta época se contrata un enfermero al servicio del barrio, gratuito para los socios. Se inaugura el local social.

 

Otro presidente emblemático y respetado fue Agustín Lisón Cascales, natural de Albudeite. Gran amigo de Pepe, del que admiraba su entrega a los demás y su capacidad de trabajo.

 

De su gestión recuerda la consecución con el apoyo de Teresa Rosique, concejala de Izquierda Unida, del arreglo de viviendas sociales por valor de 22 millones. También de la plaza cronista Casal y la instalación de la fuente, el asfaltado de 12 calles y aceras-sin contribuciones especiales-, la construcción de los vestuarios del campo de fútbol “López Belmonte”, campo que realizaron Ayuntamiento y vecinos.

 

Se constituyó el club deportivo “La Esperanza”, integrado por dos equipos de fútbol en las categorías de juveniles y cadetes. Durante su mandato, fue elegido en la asamblea del día 24 de marzo de 1.991, finalizaron las obras del local social que se habían iniciado en el año1.987, etapa de Pepe García. Lisón fue presidente con un equipo constituido por el secretario Francisco Rubio, tesorero Antonio Avilés y entre los vocales: Miguel Lorente y J. José Ojados. Meses más tarde se incorporan a la vicepresidencia Julia Rubio, el nuevo secretario Antonio Moya Meca, el contador Joaquín Francisco García Orozco, y entre los nuevos vocales Tomasa García y Mariano Martínez Muñoz.

 

El día 23 de febrero del 93 toma el relevo en la presidencia Alfonso Boluda Ibáñez, acompañado por el vicepresidente José Peñalver, el secretario Diego Sánchez, tesorero Jesús Sánchez y seis vocales entre ellos Lisón, Bartolomé Nicolás y Pedro Sánchez “El Terlenka”, encargado en su día de dirigir la obra de cerramiento del Parque Cendra Badía, obra en la que el Ayuntamiento aportaba los materiales y pagaba la mano de obra reclutada entre los vecinos de barrio. “El Terlenka”, hombre amable pero que “a las bravas” no le pagaba nadie, se encargaba de pagar a sus vecinos según las horas empleadas por cada uno. Ya fallecido, se  le recuerda en el centro cívico con una metopa en la que se exhibe el juego de llaves del local que él utilizaba, Local que fue inaugurado durante el mandato de Alfonso Boluda. Cuenta unos 600 metros cuadrados que acogen las actividades de la asociación de vecinos y de la asociación de mujeres “Despertar”: clases de manualidades, aerobic, y el teatro que dirige José Salguero. Digno de destacar las numerosas obras que han montado y han llevado por otros barrios y pueblos.

 

Otro acontecimiento de gran transcendencia y repercusión en los medios informativos es el inicio en 1996 de la Vuelta Ciclista a Cartagena, que preparan el Club Ciclista Cartagena y la Asociación de Vecinos.

 

Un recorrido por diversos puntos de la geografía comarcal como Torre-Pacheco, Loa Alcázares, El Algar, La Unión.

 

El día 18 de octubre de 1.998 se convocan elecciones. Según los estatutos de la asociación se pueden presentar todos los candidatos que lo deseen a titulo individual, los nombres y sus fotografías se exponen durante unos días en el tablón de anuncios de la asociación. Los doce más votados mediante voto secreto componen la Junta Directiva. En la ocasión que nos ocupa se emitieron 331 votos válidos, 3 en  blanco y 20 nulos, resultando la  más votada María Luisa Moreno, siguiéndole su marido Pascual Albiar Sánchez. El presidente saliente pregunta quién de ellos se presenta a presidente, lo hacen Agustín Lisón Casales y Pedro Romera García. Ganó el veterano Lisón por 92 votos frente a 57. El presidente electo designa los cargos entre sus 11 compañeros: vicepresidente Pedro Romera, tesorero Antonio Avilés, secretario  Pascual  Albiar, contador José García Martos, vocal de festejos y deporte Víctor Freire, limpieza y alumbrado Antonio Díaz, sanidad Paqui López, obras Ángel Albiar, cultura María Luisa Moreno, trafico Ana María Gutiérrez y parques y jardines Pilar Albiar. Una directiva en la que predominan jóvenes parejas con la idea de renovar la asociación. Pero Lisón , quién estuvo unos 26 o 28 años en la   directiva, dimitió al quedarse en minoría  en torno a una serie de temas como la continuidad de los servicios que prestaba el ATS en el local social. La mayoría consideraba un gasto mensual elevado, que consumía las cuotas de los socios, máxime cuando el ATS de la Seguridad Social presta su servicio en el centro de salud, popularmente conocido como “El Parchís”.

 

En ese momento asumió la presidencia Pedro Romera, procediéndose a mejorar notablemente el parque  “Cendra Badía”, con la reposición de los viejos y deteriorados columpios de hierro por otros de madera homologados, extensión de gavilla, nuevo cerramiento e instalación de puertas de acceso. Según el concejal de zona una inversión que sumó 8 millones de pesetas.

 

En el año 1.999 quedaron fuera del Plan inversiones para barrios y diputaciones, pero para el 2000 le han asignado 10 millones para la renovación del alumbrado público de las tres calles principales: Bartolomé Spotorno, Manuel Carmona y Mora Ripoll. La obra aún no se ha ejecutado pero será el punto de partida para continuar la sustitución de un nefasto alumbrado.

 

Una reivindicación prioritaria para la Junta es que la policía local no patrulle en coche, sino, por el contrario, lo aparquen y paseen por la barriada.

 

Lamentan que después de un año de solicitada entrevista con la alcaldesa Barreiro sigan sin ser recibidos. Igualmente consideran más asequible al anterior concejal de zona José Fidel Saura que el actual Ros Ruiz. En líneas generales valoran negativamente el nivel de comunicación con el Ayuntamiento, opinan que los concejales de zona deberían salir  más a los barrios y mantener reuniones de trabajo al menos cada tres meses con las asociaciones de vecinos en los locales sociales.

 

Asuntos pendientes son la instalación de la red de alcantarillado en la calle Valentín Arróniz, que además está mal asfaltada, ocasionando que el agua procedente de las lluvias entre en las viviendas. Comenta Pascual Albiar, “Los vecinos están muy quemados”, por ello no descartan realizar las obras a cuenta de la asociación,  Otra necesidad prioritaria es un semáforo en el cruce de la farmacia. Gracias a una iniciativa de Izquierda Unida se ha probado en Pleno municipal una mejora señalización del citado punto.

 

Hay problemas puntuales de convivencia (absentismo escolar, problemas familiares, falta de higiene) consecuencia de la alta concentración de viviendas sociales en el barrio y zonas anexas: 112 en la barriada, 48 en zona de la barriada de San Ginés y 28 en el Ensanche. De los ocupantes de las 112, tan sólo estiman en la asociación que 16 son titulares legales, dándose con frecuencia la reventa fraudulenta. Culpan al Ayuntamiento de la falta de seguimiento en este tema, aunque destine a estos núcleos –de mayoritario poblamiento gitano procedente del casco antiguo, e incluso de Granada y Alicante-, unos seis profesionales sociales, entre asistentes y educadores.

 

Una experiencia interesante de la barriada “Virgen de la Caridad” es su Coordinadora de Barrio en su segunda etapa, y que reúne a la asociación de vecinos, asociación de mujeres, escuela de fútbol “La Esperanza”, el movimiento junior, la parroquia, el colegio público “Stella Maris”, el club de la tercera edad y la asociación de padres de alumnos.

 

El año pasado participaba la asociación ASUCO que realizaba actividades con los niños en edades comprendidas entre los 7 y 10 años, dirigidos por Manolo “el de Santa Ana”. Quien tuvo la feliz idea de organizar el “Encuentro entre generaciones”, una jornada de convivencia entre abuelos y nietos en donde disfrutar del baile, los juegos, las canciones, la poesía y una merienda.

 

La principal actividad de la coordinadora es la puesta en marcha de la Semana Cultural, único evento festivo, pues las fiestas de la barriada se perdieron hace unos 13 años por los mencionados problemas de convivencia. La primera Semana Cultural se inicia en octubre de 1.987, con la inauguración del local social, bailes trovos, charlas sobre drogodependencias y sobre los derechos de la mujer, 3 obras de teatro, cine con la colaboración del cineclub “Hannibal”, concursos de dibujo y redacción infantil, campeonatos deportivos, etc. En años sucesivos se incluirá en el programa festero la Vuelta Ciclista a Cartagena, Gran Premio Barriada Virgen Caridad, categoría junior.

 

Las Navidades del 1999-2000 elaboraron una serie de actividades como el concurso infantil de tarjetas navideñas, reproduciéndose la ganadora y siendo empleada por todas las asociaciones en sus felicitaciones a socios y entidades.

Concurso de ornamentación de fachadas, entrega de la carta a los Reyes Magos, chocolatata y en los  dos últimos años el baile de Nochevieja celebrado en el local social.

 

Lamenta Pascual que últimamente haya perdido vitalidad la Coordinadora. Se suma intermitentemente a la conversación el presidente Pedro Romera, pendiente del bingo que se celebra en el local y al final lo hace el presidente de la escuela de fútbol “La Esperanza”, José Rivera Andreu, quién comenta que cuentan con 175 jugadores éntrelos 6 y 18 años de edad. Con satisfacción me dice que la escuela de fútbol con más antigüedad de Cartagena, más de 30 años que han dado mucho de sí, como por ejemplo el popular Juanmi, guardameta titular del Real Zaragoza, Deportivo de la Coruña y Real Murcia, “Cartagenero del año 2003”. Además otros tres jugadores que han militado en las categorías inferiores del Real Madrid.

 

Sin embargo “La Esperanza” pasó momentos críticos en sus primeros tiempos, años finales del franquismo, cuando fueron detenidos por la Guardia Civil e ingresados en la prisión de San Antón 6 jóvenes, jugadores y directivos del club. “Tomaron prestados” por la noche ladrillos de una obra paralizada, destinados al campo de fútbol que construían, posteriormente dedicado a Enrique López Belmonte, presidente fundador del club, que murió con su vicepresidente Rocamora en el desdichado accidente del paso a nivel de Barrio Peral.

 

En el año 97 fue galardonada la asociación vecinal por el Ayuntamiento en la Gala del Deporte, recogiendo la placa su presidente Alfonso Boluda y en el 99, lo fue la Esperanza. Al año siguiente iniciaron una campaña contra el absentismo  escolar, siendo coordinador de la escuela de fútbol, el incansable Alfonso Boluda: “Porque más importante que ganar ligas es la formación de la persona”.

Terminamos la charla con el recuerdo al popular y querido  “Niño del Precinto”, quien a mitad de los 60 amenizaba las fiestas del barrio toreando con el reglamentario traje de luces, muleta y estoque a uno de esos “toros” con ruedas que se emplean en las prácticas de las escuelas taurinas.

 

Un barrio que construye su identidad, para ello se han dotado de escudo propio y bandera azul. El Viernes de Dolores, por la mañana, celebran en la barriada su propia ofrenda floral, ataviadas las muchachas con el traje de Cartagenera. Por la tarde, se unen a las comitivas de otras asociaciones de vecinos para ofrecer las flores a la Patrona, en la Iglesia de la Caridad, pleno centro de la  ciudad.

 

Un barrio que quiere vivir en paz y así lo manifestó en la multitudinaria manifestación contra la droga, en la que todos salieron a la calle.

 

 

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