Los forenses que han declarado esta mañana en el juicio contra un hombre acusado de suministrar cocaína a su hija, de 22 meses de edad, han asegurado que el positivo en los análisis sólo se produce si la persona ha ingerido esa sustancia. Por su parte, el acusado proclama que él nunca facilitó esa droga a su hija: "No soy un loco cínico degenerado", expresó.

La abuela de la niña estuvo "una semana en la puerta" intentando que su nieta ingresase en el Naval, "pero la doctora me decía que los trastornos que tenía se debían a los mocos". Finalmente, al detectarse una aumento en las transaminasas, ingresó el día 21 de octubre de 2007. Dos más tarde, las enfermeras avisan con urgencia a la pediatra. "La niña estaba desorientada, no se sostenía, estaba desconectada con el medio". Entonces, se le efectúan varios análisis y aparece un positivo en cocaína. Le comunica el sorprendente resultado al abuelo y le informa que repetirán el análisis. "Confirma bien este análisis porque habría que llamar al forense", le dijo al analista. El resultado es el mismo e, incluso, el jefe de servicio de análisis clínicos, de forma extraoficial, le manda las muestras a un compañero para ratificar el sorprendente positivo. El 23 de octubre de 2007 saltó la alarma en el Hospital Naval. La doctora, entonces, contacta con el forense, quien le dice que hay que separar provisionalmente a la niña de los padres y llamar a la Policía. Entonces, con el arresto del progenitor, comenzó el proceso judicial, mientras que la menor pasa a estar tutelada por el Servicio de Protección del Menor, quien tiempo después asignó sus cuidados a unos familiares.

El padre reconoció que es consumidor, "fumó cocaína en cigarrillos", dijo, pero negó que alguna vez suministrase cocaína a su hijo. Ese día 23 de octubre estuvo dos horas y media al cuidado de la pequeña. "Estaba molesto porque no atendían a la niña como debía, la pequeña estaba inquieta y entré en el aseo para consumir, pero no le di", aseveró. No descartó que la cocaína, alguna vez, hubiese llegado a la pequeña por no lavarse las manos o por el humo del cigarrillo, "que es más fuerte que el hachís", y desveló que su suegro también es consumidor. Su suegra aseguró que este hombre quiere mucho a su hija "y se desvive por ella".

Las doctoras y el analistas que declararon no pudieron asegurar si los problemas de la pequeña se debían a una enfermedad hereditaria de su metabolismo y que esa situación tuviera relación con el positivo en cocaína. Tampoco se sabe el tiempo que su cuerpo tardó en eliminar la sustancia. "En los adultos son tres o cuatro días, pero en los niños no se sabe". Sin embargo, los tres forenses que declararon sí fueron tajantes en afirmar que el positivo sólo se produce "si hay consumo, pues la cocaína no la genera el cuerpo humano". También aseguraron que en el análisis del cabello descubrieron que la niña había ingerido esa sustancia durante, al menos, cuatro meses. En ese momento, la suegra del acusado se levantó y abandonó la sala visiblemente molesta.

La fiscal, en su informe final, mantiene la petición de pena al considerar que el padre fue el que le suministró cocaína. "¿Cómo es posible que haya ingerido esa sustancia durante cuatro meses?, quizás era para calmar a la niña de los trastornos que sufría", se preguntó. La abogada de la defensa, María José Roldán, por su parte, se reafirmó en que si su cliente fue el autor, "no lo hizo de forma consciente", abogó por la presunción de inocencia y que para condenarle "se exige voluntad en la acción".

El otro asunto que se abordó fue el delito por Abandono de Familia, aunque pareció quedar claro que la desnutrición que ofrecía se debía a los vómitos ocasionados por la enfermedad hereditaria que sufre. Otra forense aseguró que la madre sufre un retraso mental y no está capacitada para cuidar a la menor. La fiscal  dijo que la niña no tenía puestas todas las vacunas y que existió dejación, mientras que la abogada apuntó que el cuidado de la niña lo lleva la abuela junto a la madre.

Juzgado: sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena. Tribunal formado por José Manuel Nicolás, Matías Soria y José Joaquín Hervás

Delitos que se juzgan: Contra la Salud Pública (los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas) y Abandono de Familia (incumplimiento de los deberes de asistencia previstos en el artículo 226 del Código Penal).

Acusados: Juan M. G., de 42 años y al que se atribuye una grave adicción a los estupefacientes, y Laura H. P. de 22 años.

Petición de penas: La fiscal Yolanda Cuadrado solicita nueve años y seis meses de prisión por suministrar cocaína a su hija, mientras que la defensa pide la absolución. Respecto al segundo delito, pide cinco meses de cárcel para cada uno y que se retire la patria potestad, lo que rechaza de plano la defensa.