Colosos del viento
Para cualquiera de nosotros resulta cotidiano la presencia de los molinos de viento en nuestro horizonte, algunas veces ni reparamos en su presencia, es algo normal y que parece ser no tenemos en gran estima. !Para molinos… los manchegos! Esos molinos que hiciera inmortales Cervantes, y que mantuvieron titánicas luchas contra un valiente caballero andante.
Nada tienen que envidiar nuestros molinos a los manchegos salvo su fama, eso sí, existen sus diferencias. Los molinos mediterráneos en España se pueden dividir en tres grandes grupos; los manchegos, los andaluces y los del Campo de Cartagena, siendo el de Levante el que más diferencias tiene respecto a los otros dos, de cuerpo cilíndrico y cuatro aspas en las que se aparejan las velas rectangulares en el caso del manchego y más cuadradas en el andaluz. La torre de nuestros molinos es tronco cónica y sus ocho o diez palos no portan aspas, sino que es entre los palos donde se aparejan las velas latinas triangulares.
Hay que decir que no siempre fueron velas triangulares las que lucieron en sus chapiteles nuestras torres, evidencia de esto lo tenemos en la foto del molino del monte de San José, que aún portaba aspas como los manchegos. La incorporación de las velas a nuestros molinos hay quien se la atribuye al marino Jorge Juan, fuera así o no, lo cierto es que es un gran avance en seguridad. Mientras en los de aspas el molinero accionaba el freno para inmovilizar la máquina y trepando por el enrejado del aspa desplegar la vela, con el peligro de que se soltase el freno y quedar atrapado dando vueltas, en el del Campo de Cartagena no hace falta levantar los pies del suelo para desplegar el velamen.
En la actualidad todos los molinos son Bienes de Interés Cultural, tan solo la torre de estos colosos tenia protección. Sin embargo la Dirección General de Bienes Culturales de la CARM, a instancias de una solicitud de la asociación de defensa del patrimonio DAPHNE, está dotando de un entorno de BIC a estos monumentos que asegure su conservación y la de los elementos de su alrededor, casos como los de los molinos de El Algar o de Canteras, encajonados entre construcciones modernas, no se van a volver a repetir.
Para comprender el tesoro que tenemos, digno de ser declarado por si solo Patrimonio de la Humanidad, hay que decir que el número de molinos denunciados en el Campo de Cartagena es de 182 que aún quedan en pié, y que merece la pena echar un vistazo a nuestro alrededor y ver cuantos molinos tienen nuestros vecinos, algunos Patrimonio de la Humanidad.
La Mancha, la tierra de los molinos tenía a mediados del siglo XIX, según nos informa Pascual Madoz en su Diccionario un total de 150 molinos en la actualidad le quedan 33, de los que 4 están en Alcázar de San juan en Ciudad Real, 12 en Consuegra en Toledo, 7 de los 23 que existieron en Mota del Cuervo y los más famosos, los 10 de Campo de Criptana en Ciudad Real.
- En el Pais Vasco existen 2 de los 19 que tenían.
- En Segovia está el Molino de El Cubo, en Cuellar, el más antiguo de España, datado en 1496.
- Cerca de nosotros, nuestros vecinos alicantinos conservan 11 molinos en Javea.
- En Andalucía Almería tiene 42, Granada 2, Cádiz 15 y Huelva 27.
- En Mallorca Madoz censó en 1840 unos 250 molinos de los que quedan poco más de 40.
- También quedan algunos molinos en Canarias.
En cuanto al resto del territorio alguno queda disperso como en Cataluña, Aragón o Galicia, pero pudiéndose contar con los dedos de la mano.
Así, pues, nuevamente tenemos que decir que tenemos tanto patrimonio que no sabemos lo que tenemos. ¡La mitad de los molinos de viento de España están en el Campo de Cartagena!
Es hora de buscar soluciones, los pueblos y las asociaciones de vecinos, las asociaciones de defensa del patrimonio y en especial las empresas e instituciones como Ayuntamiento o Universidad son las que puede marcar la diferencia, de un lado hay que estudiar y poner en vigor ayudas a los propietarios de los terrenos donde están ubicados estos BICs, ser responsable de parte de nuestra herencia histórica no debe ser gravoso para quien por un motivo u otro es propietario de un trozo de nuestra historia.
De otro lado, la UPCT puede ser la que dé el espaldarazo final a la recuperación de todo este bagaje cultural, si bien es cierto que algunos molinos ya restaurados y algunos por recuperar se pueden mantener como museos de lo que un día fueron, a los más, habría que “buscarles un oficio” para que puedan automantenerse, a este respecto existe una tesis para convertir en aerogeneradores estos molinos, recuperando torres ya en ruina para dotarlas de chapiteles y palos con velas para la producción de energía.
Me gustaría apuntar la idea de la construcción de un primer molino en la cima del caballero de San Diego, en donde ya hubo uno, en pleno corazón de la UPCT, para que sirva de banco de pruebas para la creación de molinos inteligentes que llenen de blanco con sus velas los campos.
Este primer molino o prototipo, a la vez que recuperaría la antigua imagen de una de las cinco colinas de la ciudad, serviría como banco de pruebas y así optimizar la recuperación de los más de 150 molinos que están esperando una solución.