Nuestro barrio, Virgen de la Caridad, visto desde una perspectiva muy lejana, lo podríamos definir como una estampación de diversos colores, por tener una variedad de culturas y de razas, motivo por la cual, al ser tan heterogéneas la Navidad para nosotros comienza desde el día uno de enero hasta el 31 de diciembre.

El bajo índice de ocupación laboral, la falta de recursos, los escasos medios a su alcance para la integración social por la poca capacidad de gestión en su ámbito familiar es por lo que nos ha llevado a pensar en diseñar un programa integral para estas familias, que en definitiva es para nuestros vecinos y vecinas del barrio.

Comercialmente hablando, y dado la crisis económica que estamos padeciendo, por desgracia nos acordamos de la Navidad únicamente estos dias.

Gracias al grupo de voluntarios que conforman el Colectivo de Ayuda Social dentro de nuestra Asociación de Vecinos procuramos minimizar este impacto tan grande que esta produciendo esta crisis.

Algunas veces hemos compartido con niños y hemos visto en esas caritas tristes unos labios sonreir y unos ojos con mirada de esperanza, ¿por qué esperar a diciembre para mostrarles nuestro afecto?. No necesitamos salir en las páginas sociales de los periódicos, porque Dios sabe como vivimos y lo que hacemos y eso es lo único que me interesa.

Campañas a lo largo de todo el año como 'Ningún niño sin sonrisas', apoyo escolar, bolsas de comida, talleres ocupacionales de oficio y un largo etcétera, gracias a las colaboraciones como Servicios Sociales, concejalías de Juventud y Participación Ciudadana, Federación de Vecinos, Cruz Roja de la Juventud, CEIP Stella Maris, Escuela de Futbol Esperanza, Cofradía California y los medios de comunicación, hacemos posible que poco a poco nuestros vecinos y vecinas sin distinción de raza y etnias puedan integrarse en nuestra sociedad y poder afrontar todos juntos y no por separado la situación actual.