Ayer se celebró la tercera sesión del macrojuicio con 27 imputados de la denominada operación 'Bodega', que giró sobre un punto de venta de droga en Lo Campano, con extensiones con Brasil y Paraguay. Llamó la atención la presencia de más de veinticinco agentes de la Policía Nacional entre los que estaban citados como testigos y los que actuaban de escolta de los presos.

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La tercera sesión del macrojuicio que acoge la sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena, demoró su inicio hasta la llegada del letrado Pérez Avilés, quien le coincidía la hora con su presencia en el acto de toma de posesión del decano del Colegio de Abogados de la ciudad. Después se inició con el capítulo de declaraciones de los testigos, casi todos agentes de la Policía Nacional que intervenieron en las investigaciones, seguimientos y actuaciones que tuvieron lugar entre final de 2007 y primeros meses de 2008.

El instructor de la denominada operación 'Bodega', quien ratificó toas las actas de actuaciones e incautaciones llevadas a cabo, además de definir el inmueble de la calle Orotava de Lo Campano como "un garito histórico que ven´dia droga a través de una ventana con rejas y que tenía horario de mañana, tarde y noche".

A continuación, se centraron las preguntas en torno a los cinco acusados que están siendo juzgados, pues cabe recordar que los veintiuno restantes han firmado acuerdos por los que se confiensan culpables a cambio de reducir las peticiones de penas solicitadas inicialmente por la Fiscalía. El policía nacional aseguró que los cinco llevaban a cabo actividades relacionadas con el garito.

Hubo un capítulo más amplio para 'Jayo', al que la fiscal trata de relacionar con Antonio E.S., uno de los acusados. "Para nosotros estaba claro y no había dudas de que esa persona tenía ese sobrenombre", afirmó. El abogado de este imputado, Pérez Avilés, por su parte, hizo hincapié en que no se encontraron huellas suyas en el garito ni droga en su domicilio, además de que un mes antes de tener lugar la redada "hay un oficio que indicaba que estaba pendiente de identificación". El policía respondió que por entonces no estaban totalmente seguros, pero sí poco después.

El abogado Ángel Cegarra hizo hincapié, respecto a la pareja que representa, que la mujer no estaba presente durante el registro policial, mientras que la letrada Fuencisla Martín de Oliva apuntó que no había huellas de su cliente en el garito, "donde siempre que estuvo allí lo hacía acompañando a su hijo" y tampoco drogas en su vivienda.

La sesión tiene fijadas nuevas sesiones lunes y martes próximos, pero no se descarta que ese primer día concluya.