El macrojuicio contra 26 acusados de narcotráfico afrontó su segunda sesión con las nuevas circunstancias generadas el día anterior. Veintiuno de los imputados confesaron su culpabilidad tras los acuerdos alcanzados, mientras que los cinco que no aceptaron se sometieron al juicio en una jornada que comenzó con retraso debido a la falta de policías nacionales encargados de la custodia de acusados, ya que el número que había era inferior al de presos (tres) y hubo que esperar que otros agentes acabasen esa misma labor en otras salas.

Vídeo con uno de los acusados que han alcanzado acuerdos:

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Para la custodia de acusados que se encuentran en situación de prisión es obligatoria la presencia de un mayor número de policías nacionales en sala que de acusados con esa condición. Esa situación no se dio ayer cuando iba a comenzar la segunda jornada de la vista oral por el macrojuicio de una gran red de tráfico de drogas que tenía como epicentro un garito de Lo Campano con conexión permanente con Brasil. Hubo que esperar a que otros agentes acabasen su labor de custodia de presos en otras salas del Palacio de Justicia de Cartagena para comenzar. Al final hubo cinco agentes, tres en sala y dos en la sala de espera exterior. Hubo quien se quejó de falta de previsión ante un juicio de esta envergadura y quien achacó la causa a la falta de efectivos.

La sesión contó con los 26 acusados del primer día, pero ahora con otras circunstancias. Veintiuno declararon para ratificar los acuerdos alcanzados, por los que se confiesan autores y se recortan parcialmente las penas incialmente solicitadas por la Fiscalía. Quedan cinco casos de imputados que no aceptaron el acuerdo y que defienden sus inocencias o buscan penas aún más reducidas. Estas personas están defendidas por Fuencisla Martín de Oliva, de Ruipérez Abogados; Domingo Núñez, Juan F. Pérez Avilés y Ángel Cegarra, quien representa a dos personas.

Antonio E.S. negó ser 'Jayo', suministrador del punto de venta de drogas. La fiscal delegada antidroga de la Región de Murcia, María Isabel Neira Campos, cuestionó cómo podía comprar un coche, una moto y tener dinero en casa "cuando resulta que vive de chapuzas y venta de chatarra". Después, a preguntas de su abogado, Pérez Avilés, dijo que trabajó en aquella época como estibador en el puerto, entre otras empresas, y que en su domicilio no aparecieron objetos de manipulación de drogas, además de afirmar que era consumidor de estupefacientes.

Otro de los imputados, Jesús A.E. tuvo un debate con al fiscal sobre si era consumidor o no de drogas entonces, respondiendo con "no me acuerdo" a la mayoría de preguntas.

Respuestas de un acusado ante las preguntas del abogado Ángel Cegarra:

Hoy hay descanso y la vista se reanudará en la sección quinta de la Audiencia Provincial el jueves con las declaraciones de los testigos (muchos de ellos son los acusados que han aceptado el acuerdo) y las pruebas periciales.