Sábado, Julio 06, 2024
   
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Visto para sentencia el juicio contra el médico de Canteras acusado de abusar de una paciente

"La ausculté pero no la toqué para nada en ningún momento". Así se expresó el médico de cabecera de Canteras (Cartagena) acusado de un delito de abuso sexual. "Me dio un masaje que no era normal y por el que cada vez me sentía más incómoda". La frase corresponde a paciente que denunció al galeno de tocarle un pecho y sobrepasarse. Las dos versiones son muy diferentes y será el juez de Lo Penal número 3, Raúl Sánchez Conesa, quien tenga que resolver una causa en la que la Fiscalía solicita dos años de prisión, cifra que eleva a tres la acusación particular, que lleva la abogada Fuencisla Martín de Oliva, mientras que la defensa, representada por Pérez Avilés, pide la absolución. No se presentó el abogado del Servicio Murciano de Salud, parte de este asunto como responsable subsidiario.




El dos de marzo de 2010 fue cuando tuvo lugar el detonante de esta causa. Un paciente acusó a un médico de Atención Primaria del centro de tocamientos, lo que provocó la detención del doctor, quien después fue puesto en libertad con cargos, y que en Canteras tuviese lugar una concentración de apoyo al médico, con recogida de firmas.

Ayer, la sala de Lo Penal acogió la vista oral, que comenzó con veinte minutos de retraso en espera de la llegada del letrado del SMS, quien dijo por teléfono que iba de camino pero que no compareció a tiempo. A continuación comenzó el juicio, en el que FJGM se enfrenta a penas de dos años y 2.000 euros de indemnización, que solicita la fiscal, y de tres años y 6.000 euros, que reclama la acusación particular, mientras que la defensa la llevó Pérez Avilés, quien solicitó al inicio la suspensión del juicio ante la ausencia del SMS, lo que rechazó el juez pues dicha parte "tenía perfecto conocimiento de la causa".

El primero en responder a las preguntas fue el galeno imputado. Durante media hora, entre otras cosas, dijo que ese día llegó la mujer después de su hora aquejada de un catarro y que al no ser urgente le dijo que tendría que esperar al final de las citas del día. Cuando entró nuevamente "le pedí que se subiese el jersey, como es normal, y llevé a cabo una explotación con ella sentada en la camilla, pero no la toqué en momento alguno", afirmó. "Entonces sonó el teléfono y lo atendí a la vez que entraba la compañera de la consulta anexa para pedirme que le aclarara una duda sobre el sistema informático, por lo que pasé a su sala", añadió, además de reiterar que no pidió a la paciente que se bajase el pantalón "ni le toqué los pechos". Sí le dijo que un masaje le vendría bien porque estaba cargada y afirmó que la vio "nerviosa", además de que hubo un poco de tensión "porque no le di la baja laboral que me pedía". Su abogado hizo hincapié en su intachable trayectoria de dieciséis años de profesión y que los informes forenses reflejan que no cumple ningún requisito de un acosador sexual.

La mujer fue la siguiente en comparecer en la sala. Su versión es bien distinta. "Llegué tarde a la consulta y le pedí que me atendiera, entonces me auscultó y me dijo que estaba muy cargada, por lo que me iba a dar un masaje, pero que como no tenía en ese momento la cremar saliese y volviese cuando me volviese a llamar", indicó, matizando que hasta ese momento no sintió que se extralimitara. "Al regresar me pidió que me desnudara de cintura para arriba y me pusiese bocaabajo en la camilla. Medio el masaje, pasando incluso por los muslos, y me pidió que me diese la vuelta y me desabrochase el botón de pantalón. Yo ya me sentía incómoda y muy nerviosa, por lo que le pedí agua para que se diese cuenta de que no estaba bien. Fue a por un vaso pero no me pude levantar porque me quedé bloqueada". Le preguntaron si percibió que el médico se excedió de lo normal y respondió afirmativamente, al igual que cuando le cuestionaron si llegó a notar sus partes con la rodilla. "Sí, se acercó demasiado". Negó sufrir ansiedad ("lo controlo con unas pastillas") y que le pidiera la baja ("nunca la he solicitado"). Dijo que durante ese episodio nadie entró en la consulta y que después se marchó alegando que tenía que recoger a su hijo y que salió llorando. "Lo dije en recepción  y me acompañaron al aseo, donde conté lo que me había pasado". Por último indicó que está en tratamiento médico "porque soy de Canteras de siempre y todos me han juzgado, es lo que peor llevo".

De la larga lista de testigos, la siguiente en comparecer fue la doctora que entró en la consulta del médico durante el supuesto episodio. Declaró que sólo vio los piés de la chica, que estaba tumbada, y que el médico estaba hablando por teléfono, para después ir a su consulta para solucionarle un problema con el programa informático. La administrativa que entonces trabajaba en el Centro de Salud, por su parte, explicó que la denunciante salió del inmueble y volvió atrás, diciéndole "a ti te lo voy a contar, el médico le había tocado el pecho, que se había sobrepasado y que le pidió que se bajase los pantalones. La vi un poco nerviosa, llorosa, confusa y muy afligida. Entonces llamé a mi coordinadora y la acompañó al aseo", apuntó además de negar que en algún momento hubiese dicho que no le extrañaba esa acción de dicho doctor, "eso es incierto".

Las conclusiones de la sentencia serán las que traten de esclarecer un desagradable asunto.

 

 

 

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