El rebufo es una técnica de adelantamiento muy utilizada en el motociclismo, en el que un piloto se coloca detrás de la máquina de otro para aprovecharse del túnel de aire que genera y en un momento determinado adelantar. Algo similar sucede con una causa que tiene al Circuito de Velocidad de Cartagena como protagonista, pues dos sentencias están pendientes del juicio que se celebró hace unos días para ser activadas. De fondo está unas obras bien o mal hechas y un pago que no se ha llevado a cabo.
Cabisuar reclama, a través de tres demandas, al Circuito de Velocidad un total de 69.000 euros por obras llevadas a cabo en 2008. Dos están en 'suspenso' en el juzgado de Primera Instancia número 2 de Cartagena pendientes del resultado de una tercera, que es la que celebró hace unos días la vista oral en el juzgado de Primera Instancia número 5, ante la jueza Eva Algar, y por un importe reclamado de 24.000 euros.
Cabisuar es la empresa que reclama el pago de unas obras que llevó a cabo en el Circuito de Velocidad. "El Circuito no quiso una calidad superior en las instalaciones que se llevaron a cabo", dijo el abogado Sergio Gómez, apuntando que todas esas quejas "son pequeñas reparaciones que puede costar unos dos mil euros" que no justifican el impago. "Cabisuar siempre se ha ofrecido a reparar cualquier anomalía y algunas de ellas las ha hecho, incluso, fuera de garantía". Continuó diciendo que no está acreditado que se trate de anomalías de gran importancia, "pues el Circuito sigue funcionando". Aseguró que en este asunto "existe mala fe por parte del demandado".
Francisco Belda, del despacho Ruipérez Asociados, defendió los intereses de la instalación, indicando que el contrato de ejecución de obra ya pagado era de 252.000 euros y que el proceso de remodelación del Circuito estaba en torno a los dos millones de euros. "Es decir, cantidad importantes y muy superiores a esta reclamación que nos ponen de 24.000 euros". Aquí añadió que desde "el momento en que se recepcionó la obra se observaron defectos en electricidad, fontanería, oficinas, baños y fachadas exteriores, que ocasionaron un problema de habitabilidad en la obra", remarcando que un módulo de estructura de hierro "se soltó con viento" cuando algunas personas se encontraban allí.
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