El robo de dinero es el móvil que, en principio, baraja la Policía Nacional como causa que desencadenó la muerte del sacerdote Ricardo Muñoz, quien fue encontrado esta mañana sin vida en una vivienda de un tercer piso de la calle Mayor, en Cartagena, donde residía. El principal testimonio lo aporta su hermana, quien asegura que ayer dos personas entraron a la casa a robar en el domicilio. Que la víctima forcejease con los ladrones y recibiera un fuerte golpe es una de las posibilidades con las que trabajan los investigadores.

Ricardo Muñoz Juárez contaba con  83 años de edad, fue párroco de la iglesia de Santo Domingo y oficiaba todos los días la misa de la diez de la mañana en la iglesia de la Caridad. Su cuerpo no presentaba rastros de sangre, pero sí signos de violencia, por lo que la principal hipótesis policial es que pudo deberse a un homicidio, según ha podido conocer Cartagena de Ley de fuentes próximas a la investigación. El desorden que se apreció en la vivienda y que el sacerdote tenía por costumbre guardar dinero en casa refuerzan la posibilidad de que alguna persona (o varias, posiblemente conocida por la víctima) hubiese entrado con el propósito de hacerse con ese dinero y que en un forcejeo recibiese un fuerte golpe.

La puerta del domicilio tuvo que ser derribada por el sacristán de la Caridad (extrañado de que el sacerdote no se hubiese presentado en la iglesia a oficiar la misa) y la hermana del fallecido asegura que dos personas entraron ayer en la casa a robar y se llevaron a su hermano. La mujer estaba en una zona aparte muy asustada y sin moverse (es inválida y le habían puesto una manta por encima), sin saber en esos momentos que Ricardo había fallecido. Pasadas las tres de la tarde, el juez de guardia (Instrucción número 5) autorizó el levantamiento del cadáver.