El abogado Alberto Truque, quien defiende de oficio al acusado del crimen de San Pedro, ha expuesto al jurado esta mañana que toda muerte con arma "no es asesinato" y que su cliente "efectivamente fue el autor de los disparos", pero que fue fruto de un "forcejeo" en una situación provocada por dos familiares de su ex esposa, quienes los meses antes le habían amenazado y que ese día, incluso, le intentaron atropellar. "Su estrés ya no podía más y fue a zanjar esa situación, pero nunca con intención de matar a nadie y menos a la víctima, quien no tenía nada que ver en ese conflicto", expresó.

"Las cosas no siempre son blancas o negras, pues a veces son grises, y en este caso no toda muerte con arma es un asesinato, pues puede ser homicidio y con atenuantes". Así ha comenzado su alocución al jurado la defensa de Antonio. "En este caso no tienen que decidir si Antonio fue el autor de los disparos, pues él mismo lo reconoció al presentarse en el cuartel de la Guardia Civil de San Pedro, pero sí los atenuantes que llevaron a esa situación".

Alberto Truque aseguró que desde que decidió separarse de la mujer por la vía legal "comenzaron los insultos y amenazas por parte de la familia de ella, que son de etnia gitana y que quizás no entienden que los tribunales puede acordar un divorcio y que no son ellos quienes deciden". El letrado afirmó que, durante cuatro meses, aguantó insultos y amenazas de dos familiares, lo que le llevó a trasladarse a Alicante "porque no quería saber nada de esa familia" y que en la mañana del 29 de octubre de 2009 esos dos familiares fueron a casa de Antonio, quien estaba paseando a los perros. "Le intentaron atropellar (hay testigos) y le lanzaron hacia un bancal", afirmó. "Su estrés no podía más y fue a casa de la ex mujer a buscar una solución, pero surgió un forcejeo y se disparó el arma". Afirma que Antonio practicaba tiro olímpico, "por lo que de haber querido matar a alguien le hubiera apuntado a la cabeza y no como sucedió, ya que las dos balas se incrustaron en el abdomen. Igualmente, pudo haber provocado una masacre de haber querido, pero no era esa su intención", dijo, antes de reiterar que esos dos familiares fueron los auténticos responsables de todo ese trágico suceso.

Después explicó lo que considera ensañamiento y no, además de que también se debe aplicar la atenuante de arrebato y la de confesión, pues se presentó voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil.