"Descargar a los juzgados de trabajo es un reto, pues los retrasos perjudican la aplicación de la Justicia, ya que no tiene el mismo efecto una condena en una fecha próxima al inicio de la causa que varios años más tarde. Además de la necesidad de contar con más juzgados y mano de obra, también hay otras pequeñas medidas que parece lógico aplicar. (...)

Valga como ejemplo los numerosos juicios que se suspenden porque falta un testigo que ha sido citado o en las habituales causas por accidentes de tráfico las incomparecencias de aseguradoras. Los asuntos que no avanzan y las escenas de profesionales del mundo jurídico perdiendo varias horas de una mañana 'para nada' son habituales, mientras que da la sensación que faltar a una citación es algo normal. Por eso, pensamos, no estaría mal fijar unas sanciones disciplinarias (económicas, por supuesto) para los casos de ausencia injustificada y no dejarlo a criterio de los jueces, que bastante faena llevan. 'Rascarse el bolsillo' siempre duele y ayudaría a más de uno a poner más interés en responder a esas citas, lo que también ayudaría a agilizar el sistema judicial".