Hoy se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Cartagena el juicio contra un hombre acusado de violar dos veces a una amiga en Pozo Estrecho. El imputado asegura que fue una relación extraconyugal y la mujer, que en principio ha sido reacia a declarar, afirma que fue forzada. El juicio ha quedado visto para sentencia esta mañana.

Todo ocurrió entre marzo y diciembre de 2008, entre dos personas de origen marroquí. La víctima se trasladó en marzo de 2008 junto con su marido y sus tres hijos a vivir a Pozo Estrecho, enfrente de la casa del acusado, el cual vivía también con su mujer.
Ambas personas se visitaban frecuentemente en la casa de la víctima, hasta tal punto que el acusado pasó una semana ‘viviendo’ con ellos debido a que se encontraba pasando por un mal momento con su esposa. Los hechos tuvieron lugar el 18 y 22 de diciembre, cuando el acusado, sabiendo que el marido de la víctima no estaba en la casa, aunque sí sus tres hijos, acudió por la mañana y la forzó a mantener relaciones sexuales en el dormitorio, ha asegurado ella.

Tras la primera violación la víctima no contó nada a nadie por miedo a represalias de su marido, aunque ha añadido, en el juicio de esta mañana, que dos días después de los hechos, acudió al hospital debido a un ataque de nervios. Cuatro días después, el 22 de diciembre el acusado volvió a su casa, tras observar que salía el marido para ir a trabajar y cuando ésta le abrió la puerta, que estaba cerrada solo con el resbalón, la llevó al dormitorio y volvió a forzarla.

Guardó la ropa de la violación
La víctima guardó en un cajón ropa que llevaba puesta en ese momento y siguió manteniendo silencio hasta que en enero de 2009 se lo contó a su marido y su hermano, y decidieron acompañarla a comisaría para que denunciara, junto con las pruebas que tenía.

La víctima ha declarado que ha pensado en suicidarse en varias ocasiones debido a que está destrozada y que no lo hace por sus hijos y, añade, que tras lo sucedido se fue a vivir con su padre y, ahora que ha vuelto a vivir con su marido e hijos, ya no es lo mismo y no hacen vida de pareja. La víctima, durante el juicio se ha negado varias veces a declarar alegando que ya lo había hecho en un primer momento y no podía volver a recordar lo sucedido, aunque finalmente ha accedido.

Familares, vecinos y amantes
El acusado niega que forzara a la mujer, con quien tiene lazos familiares. Asegura que todas las relaciones eran consentidas, que la víctima lo llamaba por teléfono cuando se iba su marido a trabajar y que ella lo que le pedía era que se separara de su mujer para irse con ella. Ante la negativa de éste, la víctima le denunció como venganza. El acusado confirma que los días que sucedieron las supuestas violaciones, se encontraba trabajando y no estuvo en casa de la víctima en ningún momento. También ha desvelado que tras esos incidentes se trasladó y ya no son vecinos.

Los testigos, vecinos de ambos, han indicado que ambas familias se visitaban frecuentemente, y que eso es lo que se sabía en el barrio.

Juzgado: Sección Quinta de la Audiencia Provincial en Cartagena. Tribunal integrado por José Manuel Nicolás, Miguel Ángel Larrosa y José Joaquín Hervás.

Delito: Agresión sexual

Acusado: H., mayor de edad, nacido en Marruecos, sin antecedentes penales.
Peticiones de pena: La fiscal, Verónica Celdrán, mantiene la sentencia condenatoria conforme al informe de la acusación por lo que solicita dos penas de 8 años de prisión por cada uno de los delitos de violación, más una orden de alejamiento de 500 metros y el pago de 20.000 euros por los daños morales.

La defensa, llevada a cabo por Francisco Bernal, pide la absolución de su acusado debido a las generalidades en el caso y a las contradicciones de la víctima desde la primera declaración. Apela la sentencia y solicita una sentencia absolutoria de su defendido.