El presidente del TSJRM, Juan Martínez Moya, ha ahondado sobre la transformación que sufrirá la Justicia, el daño que pueden hacer las "descalificaciones" a la confianza que la sociedad tiene en los jueces y ha pedido a los nuevos letrados que no pierdan nunca "el entusiasmo", además de ser conscientes de que detrás de un pleito "siempre hay una persona".

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia ha recordado la labor de "servicio a los ciudadanos" de la abogacía y después se ha centrado en la etapa actual, "está claro que vivimos el mayor momento de transformación de la Justicia", añadiendo que la Nueva Oficina Judicial "supone una reordenación de recursos humanos y escenario, pero es la antesala de lo que será la reorganización de la Justicia y de un nuevo concepto territorial, en el que habrá que olvidar los actuales partidos judiciales y en el que la instrucción pasará a la Fiscalía, además de una implicación absoluta de los profesionales en el terreno de la tecnología". Ha remarcado que esa "reforma procesal fue aprobada por todos los partidos políticos para conseguir una Justicia de calidad".

A los nuevos letrados les ha pedido que nunca pierdan "el entusiasmo" y que la autocrítica sólo es buena "si es constructiva". Ha abogado por el "diálogo procesal, la caballerosidad y las buenas formas" calificándolas como "claves" en su labor. Este comentario lo ha enlazado con "las descalificaciones que, a veces, sufrimos jueces o tribunales, con las que se corre el riesgo de dañar la confianza que la sociedad ha depositado en los jueces".

Ha vuelto a abordar el trabajo del abogado, "su planteamiento jurídico es fundamental e influye en la sentencia" y ha pedido que no olviden lo importante que es "la defensa de los intereses y la compresión del cliente, pues detrás de un pleito siempre hay un problema personal".