Felicidad y emoción fueron los sentimientos que invadieron tanto a los nuevos letrados como a sus familiares, quien no ocultaba lo orgullosos que se sentían al verles recoger la toga.

Salió la semana pasada del hospital y esta mañana estaba radiante de felicidad por ver a su nieta jurar el cargo. "Estoy muy orgulloso porque se lo merece, porque es muy inteligente y le auguro un gran porvernir", dijo emocionado, para a continuar alagar al resto de sus nietos, con prometedoras carreras y que buena parte estaba estaba mañana en el Colegio de Abogados de Cartagena arropando a Rosa. "Ya somos letrados de verdad", expresaba la nueva abogada, quien reconocía haber estado "muy nerviosa" por la importancia del acto.

La madre de María Candel Marín, por su parte, indicaba que estaba muy orgullosa y feliz "por María, porque ha conseguido lo que yo no pudo alcanzar en su día", explicando a renglón seguido que buena parte del éxito de esta remesa de abogados "es de las madres, que han estado siempre animándoles a seguir y no desfallecer". Aprovechó para reivindicar "el papel importante que tiene la mujer en esta sociedad y lo fundamental que resulta animar a las hijas a conseguir sus objetivos".

Jorge Zapata rechazaba haber estado nervioso, pero sí que se sentía "muy orgulloso". El vicedecano, Juan Francisco Pérez Avilés, al pasar junto a él nos dijo: "Este chaval es una máquina", lo que agradeció el joven con una sonrisa. "Ahora, si miramos al futuro, veo que empezamos un largo camino que será muy duro en esta profesión", apuntó Jorge.