Una madre ha sido absuelto de la acusación de malos tratos hacia su hija, de cinco años, que presentó su ex marido y padre de la menor. El juez Álvaro Bellas, titular de Lo Penal número 2 de Cartagena, estima en su sentencia que existen serias dudas sobre el origen de las heridas.

El fiscal y la acusación particular, que llevó la letrada Petronilla Mendoza, pedían seis meses de prisión y la privación de la patria potestad durante dos años contra una mujer a la que acusaban de ser la autora de una erosión lateral cervical y de un hematoma costal en el cuerpo de su hija de 5 años. Por su parte, la defensa que llevó Miguel Castell pedía la absolución en base a que su cliente negaba tajantemente haber golpeado a su hija, más allá de de algún azote, además de indicar que eera una niña que siempre andaba por los suelos y con magulladuras.

El juicio, pese a la ausencia de la acusada, se celebró y en la sentencia, a la que ha tenido acceso www.cartagenadeley.com, el juez refleja que, además de la ausencia de testigos,existen "serias dudas de que las heridas fuesen causadas intencionadamente por la madre o fruto de un accidente u otro tipo de conjetura".

En el interrogatorio a la niña, a puerta cerrada, ésta dijo primero que la sangre del cuello se la hizo su madre, pero segundos después, a preguntas del fiscal, manifestó que se la ocasionó un león. También dijo que le habían prometido un regalo si le decían una cosa.

El informe forense no excluía la posibilidad que esas señales hubiese podido ser causadas por otor motivo y apuntaba que una niña de cinco años es muy influenciable. Otro detalle es una fotografía de la menor con un gran hematoma en el rostro, que se produjo en el domicilio del padre, como reconoció éste.

Otra consideración judicial es que la denuncia fue presentada justo después de que le hubiesen notificado al padre una demanda por impago de alimentos interpuesta por la madre. "Pudiesen existir móviles espureos en la presentación de esta denuncia", reza el fallo. También se extraña el juez de que el padre y la abuela acudiesen al médico y a denunciar sin haber preguntado a la madre el origen de las lesiones.