El comisario-jefe de Cartagena, Ignacio del Olmo, en su alocución durante la inauguración al monumento de los Santos Ángeles Custodios, ha hecho alusión a los méritos de la plantilla policial de Cartagena y se ha referido también al asunto de los seis agentes que se encuentran en situación de prisión provisional por el asunto de la detención y fallecimiento de un hombre en Cala Cortina.

• “El tiempo de respuesta policial es de tres minutos y esta plantilla está en la cabeza nacional de aprehensión de droga y de personas identificadas por la sección científica”

• “Sin embargo, surgió la tragedia que dejó en nada todo ese magnífico trabajo”

• “Es muy doloroso tener a seis compañeros en prisión, pero sería mucho más doloroso dejar una muerte sin investigar, sería mucho más doloroso no cumplir con nuestro deber, pues perderíamos nuestra razón de ser como policías”

• “No somos jueces ni jurado”

• “Al llegar al cargo me encontré con una plantilla desmoralizada y mi objetivo fue recuperar la confianza del mejor equipo policial del mundo”

Del Olmo ha comenzado afirmando que Cartagena es para él una mezcla de “Roma, Mónaco y la Habana, pero superándoles juntas y por separado”, añadiendo la baja tasa nacional “con 44 tasas por cada mil habitantes, mientras que la Región tiene 26” y remarcando que el tiempo de respuesta “es de tres minutos”, continuando afirmando que la plantilla de Cartagena “va en cabeza en droga incautada y es la número uno en identificaciones de la Policía Científica, pero de pronto… surge la tragedia”. Tras elogiar a sus predecesores, “de los que me siento orgulloso”, ha recordado cuando la brigada de asuntos internos arrestó a seis policías, “dejando en nada el magnífico trabajo de la plantilla. Es muy doloroso tener a seis compañeros en prisión, pero sería mucho más doloroso dejar una muerte sin investigar, sería mucho más doloroso no cumplir con nuestro deber, pues perderíamos nuestra razón de ser como policías, pues nuestro valor principal es la confianza de los ciudadanos, pues como los ángeles, tenemos un poder concedido. Tenemos armas para defender a quien no se puede defender, no para defendernos nosotros mismos. Por eso, sin perdemos la confianza de los ciudadanos, lo perdemos todo”.

Ha afirmado Del Olmo que, cuando llegó al cargo de comisario-jefe, se encontró “una plantilla desmoralizada que se preguntaba por qué a nosotros”. Ha remarcado que no son jueces ni un jurado, “por lo que no podemos pronunciarnos. Nuestro trabajo es dar seguridad y ya llegará quien se tenga que pronunciar. Por eso, el objetivo que me marqué es recuperar la confianza de la mejor plantilla policial de España”.

Sobre la nueva escultura ha confesado que cada vez que pasaba por esa zona de la calle del Carmen soñaba con la imagen, “cerca de la Comisaría”. Para el comisario los “milagros” han sido recuperar la confianza policial y estrena la escultura. También mostró su agradecimiento a las autoridades, a Fernando Zumalacárregui y a las familias de los policías.