El juzgado de Lo Penal número 1 de Cartagena será la sala que acoja el juicio por la denuncia de una pareja contra dos vigilantes de la discoteca Trips, de La Manga, por un suceso acaecido en el verano de 2010 en el que dos pesonas denunciaron que han resultado lesionados por su violenta actuación. La Fiscalía y la acusación particular, que lleva el abogado Francisco Belda, piden tres años de cárcel y el pago de 2.000 euros. El asunto de la responsabilidad civil también debe ser aclarado en sentencia, habiendo otras personas acusadas por este concepto en la causa.

Tres jóvenes presentaron denuncias contra personal de la discoteca Trips en 2010 por una supuesta actuación violencia de sus empleados, que generó que uno de las víctimas recibiera cinco puntos de sutura. Según afirmaron los jóvenes, el asunto surgió al querer salir del recinto por un pasillo que no correspondía. Una de las tres denuncias fue retirada al no sufrir daños la denunciante, según apunta la acusación particular, que explica que al utilizarse una porra extensible el delito agrava su pena, por lo que, al igual que la Fiscalía, solicita una pena de tres años de cárcel contra los supuestos autores. Los dos imputados son defendidos por Antonio Casado, quien fue sustituido por Néstor Espinosa Torres en la vista para ver si había posibilidad de alcanzar una sentencia de conformidad en el juzgado de Lo Penal número 1 de Cartagena, lo que no sucedió. El abogado rechaza las acusaciones y mantiene la petición de absolución de sus clientes.

La responsabilidad civil que se solicita es de 2.000 euros y en este capítulo también están acusados el gerente entonces de la discoteca, cuyo abogado, Javier Martínez, sostiene que no tuvo nada que ver, y la compañía Fidelidi Seguros, que ha consignado el dinero en espera de sentencia y que representa el letrado Eduardo Andújar. Como acusación particular también figura Generali, que afirma que el seguro estaba sin pagar.