Los abanicos se han puesto de moda en la zona de espera de las salas de vistas de Cartagena y quien carece de ellos no duda en recurrir a una sentencia o cualquier documento que lleve encima para mover el aire. En días como los de ayer, con elevadas temperaturas y humedad, las quejas son bastantes entre las personas que esperan a entrar a juicio, especialmente en la segunda planta, que es donde más se sufre. Por un lado, por la ausencia de aire acondicionado, y por otro, porque no hay máquinas expendedoras de bebidas para refrescarse.

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Este diario fue ayer destinatario de varias quejas de personas (acusadores, acusados, testigos o profesionales de la justicia) que esperaban entrar a juicio, especialmente en la segunda planta, donde se depositaba también el aire cálido procedente del piso inferior. Si hay aire acondicionado, apenas se percibe por el volumen de personas que allí se congregan. Algo similar sucede en la planta baja, como indicamos hace unas fechas, en la sala de espera de la Audiencia cuando hay muchos testigos, pues el aire acondicionado no funciona desde hace tiempo. También hubo comentarios al respecto de que en el Palacio de Justicia “debería haber alguna máquina expendedora de bebidas”, indicó un testigo, añadiendo que no se atrevía a salir a la calle a comprar “por si me llaman, no estoy y luego me meto en un follón”.