El asunto de los dos niños, de 10 y 6 años de edad, cuya guarda y custodia tiene su abuela entra en un impás en espera de acontecimientos. El pasado martes la mujer recibió una llamada de que debía entregarlos a Servicios Sociales al día siguiente, lo que motivó en esa mañana una concentración de las familias del padre y de la madre, junto a amigos, para protestar. La entrega se ha dilatado debido a que la orden no estaba hecha en forma (se hizo con una llamada telefónica) y se desconocen los motivos de tan traumática decisión. La idea de la familia, que está asesorada por la abogada Dori Ros (en la foto), es oponerse a que cese el acogimiento de los dos menores con su abuela, una vez que se tenga la comunicación correcta.

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En ese primer día las noticias eran muy confusas, pero finalmente la familia ha conocido que la llamada telefónica fue efectuada por Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Sin embargo, parece que en absoluto está efectuada en forma ni firmada, condiciones obligatorias para llevar a cabo su ejecución, por lo que la abuela, respaldada por las familias del padre y de la madre de estos dos menores de Los Alcázares, decidió dilatar la entrega.

Lo que se tiene claro, por lo que nos han comentado, es no forzar la situación y que tengan que personarse agentes de la autoridad para llevar a los niños, pero también que sin una orden en forma no es posible entregarlos.

Se desconocen los motivos, “las explicaciones han sido muy vagas”, y no aciertan a entender qué ha podido suceder, “pues los informes de los profesores reflejan que la evolución de ambos es satisfactoria, ¿qué motiva entonces esa urgencia?”, se preguntan.

Una vez que llegue la comunicación oficial por escrito, la idea presentar un recurso de oposición, respaldado por las dos familias y la abuela, para evitar que cese el acogimiento de los niños con su abuela.