Lunes, Julio 08, 2024
   
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"No recurrí porque no podía económicamente"

Una mujer acusada de estafa expone en el juicio ante la Audiencia que no recurrió una sentencia que se la atribuía una falsificación de nóminas por sus problemas económicos, reflejando la situación que sufre muchos ciudadanos por falta de recursos cuando tratan de seguir adelante tras un revés jurídico.

La acusada ejerciendo su derecho a decir la última palabra antes de concluir la vista oral



La sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena, acogió ayer una causa contra una mujer acusada de estafa en base a que negó en su día haber percibido unos salarios y una prueba pericial señaló que la firma que figuraba en las nóminas era suya. Este asunto surge en 2009, cuando es despedida de una parafarmacia de Torre-Pacheco y demanda a la empresa por despido improcedente y por el impago de cuatro nóminas. El asunto tuvo varias vías jurídicas, pues por un lado el juzgado de Lo Social condenó al empresario a pagar 3.170 euros de esos impagos y, por otro, un juzgado de Instrucción rechazó la querella de la mujer por falsificación contra el empresario y generó la causa por estafa que ayer tuvo su juicio oral, con el letrado Luis Alfonso Castillo como defensor, quien solicitó la absolución, mientras que el fiscal Orencio Cerezuela reclamó tres años de cárcel, cifra que elevó a seis Pedro Eugenio Madrid como acusación particular, más 20.000 euros de daños morales al empresario.

La acusada dijo durante su declaración que no firmó esas nóminas, pero que pudo haberlo hecho "de forma inadvertida" entre los papeles que le presentó el empresario "en un día que no sabía que me iba a despedir y en el que me quedé paralizada y me dio por llorar, mientras que él me decía que firmara si quería los papeles del paro".  El fiscal preguntó por qué no recurrió la sentencia que reflejaba el informe pericial sobre las firmas, indicando que no pudo "por problemas económicos, pues incluso nos estaba manteniendo mi suegra". También dijo que de los impagos de salarios de 3.170 euros "sólo he cobrado 145, pues el empresario se declaró insolvente pese a que el negocio sigue abierto".

Después habló el empresario, quien dijo haber tenido un embargo de una cuenta por este asunto y que este tema le ha ocasionado muchos trastornos y comentarios de los vecinos, "además de ir a un juzgado como si fuera un delincuente". Expuso que la despidió porque dejó de ir al trabajo varias veces tras un accidente laboral que sufrió su marido y que no recurrió la sentencia laboral sobre las nóminas impagadas porque no reciibó la sentencia. "Cuando la despedí no podía imaginar que iba a pasar todo ésto", expresó.

La defensa presentó a las dos únicas testigos de la sesión, dos extrabajadoras de la parafarmacia. Una dijo que se marchó por que la acusaron de cober 20 euros, "cuando no era cierto", y la otra porque llevaba cuatro meses en prácticas "y ni cobraba ni me daban de alta". Hablan hablaron de malas maneras en el empresario y de que la acusada les expresó que había sido una sorpresa su despido, el cual desconocía hasta el día en que la llamó el jefe "al despachito".

Después fue el turno de las conclusiones. El fiscal fue muy breve. Mantuvo la petición de pena y dijo que pudo firmar sin darse cuenta, que no se acreditó que hubiese cobrado y que hay versiones contradictorias.

Pedro Eugenio Madrid, por su parte, afirmó que ha quedado acreditado "que la mujer puso la querella sabiendo que las nóminas no estaban falsificadas" y que no hay que confudir esa causa con el asunto laboral. También hizo hincapié en que los daños morales hacia el honor y la dignidiad de su cliente justifican la cantidad que solicita de veinte mil euros.

El letrado de la defensa, por su parte, resaltó que la carta de preaviso del despido la firmó el mismo día en que recibió la noticia, pese a lo que diga el empresario, y que también "se falseó el finiquito al recogerse un acuerdo para ese despido que no existía, además del asunto de las vacaciones. Estas cosas sí son una estafa y es vergonzoso que alegue insolvencia para no pagar los salarios que debe y que diga que no recurre la sentencia laboral porque no se le ha comunicado. Es un profesional de no pagar", concluyendo que su representada no ha estafado a nadie y que pudo firmar esas nóminas "porque se colgaran entre otros documentos".

Antes de cerrar la sesión, la acusada tuvo opción a la última palabra, diciendo: "No he cobrado ni he engañado a nadie". La sección quinta resolverá este asunto en los próximos días con su sentencia.

 

 

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