El ministerio del Interior releva al comisario-jefe, Alfonso Navarro, y a su segundo, Damián Romero, el inspector más veterano de la Policía Nacional de Cartagena, quienes pusieron sus cargo a disposición de sus superiores, al parecer, por el asunto de Cala Cortina, en el que hay seis agentes detenidos por la muerte de Diego Pérez.

Alfonso Navarro, a la derecha del lector, en su última comparencia ante los informadores, que tuvo lugar hace menos de dos semanas. A la izquierda, el jefe superior de la Región, Cirilo Durán

El relevo de los dos máximos responsables de la Comisaría de Cartagena fue comunicado el viernes, pero de forma oficial, y pese a la relevancia de la decisión, no se ha emitido comunicado alguno, siendo el diario La Opinión el que ha dado la noticia este fin de semana, informando que el comisario Alfonso Navarro será trasladado, con su misma categoría, a la ciudad de Murcia y está por definir el futuro de Damián Romero, quien también mantendrá su categoría. También ha informado que el inspector Francisco Ávila quien pasará a ser el segundo de la Policía Nacional de Cartagena.

Alfonso Navarro, natural de Lorca, asumió el cargo de comisario en Cartagena en abril de 2011 con el complicado reto de prolongar la gran labor desarrollada en ese puesto por su antecesor, José María García. Su balance ha sido positivo en este tiempo, con destacadas actuaciones, incluso a nivel internacional, como han sido recientemente la cocaína incautada en el mercante 'Mundo', que fue un zarpazo a la ruta africana del narcotráfico en el mes de septiembre, y los 420 kilos de 'polvo blanco' localizados en cajas de caballa en Tarragona en los últimos días de octubre. 

El pasado 30 de octubre, Alfonso Navarro y Damián Romero pusieron sus cargos a disposición de sus superiores, que han decidido sus relevos el 7 de noviembre. Han extrañado, en personas del mundo jurídico y de la sociedad cartagenera, esas decisiones de Navarro y Romero. Aunque parece que se las relaciona con los seis agentes detenidos por el asunto de Cala Cortina, en el que se investiga la muerte de Diego Pérez en marzo de este año, no se termina de ver un motivo claro para dar un paso tan transcendental.

El 2 de octubre, cuando la investigación por este asunto estaba a punto de salir a la luz (lo hizo cuatro días más tarde), el comisario en momento alguno de su discurso en el día de los Santos Ángeles Custodios dio a entender nada referente a este asunto, destacando los buenos resultados policiales del último año. Tampoco en sus siguientes comparecencias ante los medios, incluida la última, el 28 de octubre, en la que el jefe superior de la Policía Nacional de la Región de Murcia, Cirilo Durán, hizo hincapié con orgullo en la honradez de la Comisaría de Cartagena al ser los que han puesto a los sospechosos, pese a ser policías, a disposición judicial. El 30 de octubre fue cuando Navarro y Romero presentaron su 'dimisión' y al día siguiente no hubo representante alguno de la Policía Nacional en el Acto Togado del Colegio de Procuradores. Ahora, como cabía esperar, esa invitación a ser relevados se ha consumado.