La acusada de cobrar dinero a varias personas como señal de la venta de una vivienda está en Gijón y no se puede desplazar. Lo mismo le sucede a uno de los denunciantes. Esta situación va a provocar que intervengan a través de vídeo conferencias en la vista oral que acogerá la sala de vistas del juzgado de Lo Penal número 3 de Cartagena. La situación es anómala, pero tiene algún precedente que incluso lo supera, pues ya hubo un juzgado de Cartagena que celebró juicio con tres televisores en sala.

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Miguel Molero y su yerno, Ginés Tebar, denunciaron que entregaron 4.000 euros a un mujer como señal para la adquisición de una vivienda en la barriada de San Cristóbal (Cartagena), pero, según los denunciantes, esta persona pudo haber cobrado a varias personas distintas bajo el escudo de unos poderes que luego podrían estar revocados. Por ese motivo iniciaron unos trámites legales para reclamar su dinero, siendo Juan José Carrión el letrado que los representa.

El asunto ya ha llegado a sala para determinar la responsabilidad de la acusada, pero se ha visto suspendido en tres ocasiones. La última se produjo hace unos días al no comparecer la mujer, quien remitió un informe médico privado que recoge que padece una dolencia cardiaca que la obliga a estar enganchada a una bombona de oxígeno. El forense determinó que no es aconsejable que viaje en esa situación, por lo que el juicio tendrá que celebrarse con vídeo conferencia.

Pero no será el único caso de estar presente vía televisión, pues uno de los denunciantes, Ginés, no tiene recursos para viajar por tercera vez desde Mallorca, donde trabaja actualmente, a Cartagena, por lo que tendrá que declarar también con la misma fórmula.

El fiscal considera que se trata de un delito de apropiación indebida y pinde una pena de 12 meses de cárcel y el pago de los cuatro mil euros. La acusación particular, por su parte, considera que se trata de un delito de estafa y solicita al juez Raúl Sánchez una pena de dos años y un día, más el reintegro del dinero entregado.