Los seis agentes detenidos por la Policía Nacional por su vinculación con el crimen de Diego Pérez en el pasado mes de marzo están declarando en Murcia y este miércoles serán puestos a disposición de la jueza de Instrucción 4 de Cartagena. Mientras, la familia de la víctima piden que los autores "lo paguen" y se ha conocido que la investigación interna de la Policía incluyó la instalación de micrófonos en los tres vehículos de los arrestados.

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La noticia de que seis agentes de la Policía Nacional han sido arrestados por su vinculación con la muerte de Diego Pérez ha recorrido todos los medios informativos de carácter nacional, pues se trata de un hecho anormal que se está prestando a numerosos comentarios entre la sociedad. Los agentes fueron trasladados a la Jefatura Superior de la Policía Nacional en la ciudad de Murcia, donde han prestado declaración, asesorados por abogados de oficio, y será este miércoles cuando los trasladen al Palacio de Justicia de Cartagena, siendo la titular del juzgado de Instrucción número 4 la que decida su situación.

El cuerpo de Diego Pérez, vecino de la barriada Virgen de la Caridad, apareció flotando sin vida en aguas de Cala Cortina en el pasado mes de marzo después de unos días en los que se llevó su búsqueda (se había denunciado su desaparición) sin éxito. La anterior información que se tenía es que había denunciado en Comisaría, tres días antes, que había recibido amenazas y, al parecer, un testigo lo vio entrar en un coche patrulla, siendo este hecho el punto de partida de la investigación interna que se ha llevado a cabo en el Cuerpo Nacional de Policía, que incluyó la colocación de escuchas dentro de los vehículos de los agentes. Esto provocó, en su momento, que un sindicato Unión Federal de Policías denunciase en los tribunales que se estaba vulnerando la intimidad de los agentes, desconocedores del fondo del asunto.

Los seis policías son jóvenes agentes de la Escala Básica, estando destinados en las 'patrullas zetas' con turnos de trabajo de noche de Seguridad Ciudadana y se baraja que, en un momento determinado, se extralimitasen con trágicas consecuencias. La jueza ha decretado el secreto de las actuaciones.

La principal reacción entre todos los sectores de la sociedad es de sorpresa. Agentes de la propia policía y de otros cuerpos de seguridad han comentado a esta redacción que, si se confirman las sospechas, el asunto daña a todos los cuerpos. Entre algunos ciudadanos se comenta que es "difícil de entender que un policía, que debe ser el que vele por nuestra seguridad, sea el autor de una muerte".

La familia de Diego Pérez, por su parte, ha expresado en Radio Cartagena SER que se han quedado "helados al saber que los autores pueden ser agentes", además de mostrar su gratitud a la actuación judicial y pide que, sin son los autores, "los aislen, les impidan volver a ejercen y paguen lo que han hecho. No es justa que quien pide ayuda le ocurra ésto", ha manifestado Enrique Pérez, hermano de la víctima. 

Otro asunto que ha llamado la atención y que no se termina de entender es que el traslado ayer de los agentes detenidos conllevase el corte al tráfico de una avenida de la ciudad de Murcia.