Ahora ha sido la cantina del local social del barrio cartagenero la que, tras ser forzadas una reja y dos puertas, ha sufrido la entrada de los ladrones, que se llevaron el dinero y las cajetillas que encontraron en la máquina de tabaco y en la caja registradora. Se sospecha que pueden ser los mismos de otros robos con fuerza anteriores.

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La arteria principal del barrio cartagenero de Los Dolores sigue figurando en la agenda de los amigos de lo ajena. En los últimos meses han entrado en dos estancos, varios bares y una panadería, entre otros establecimientos, y anoche repitieron en el local social, que ya fue objeto de dos asaltos anteriores hace más de un año. El destino, en esta ocasión, ha sido la cantina tras forzar la reja de la puerta principal, para después hacer lo mismo con las puertas que dan acceso al inmueble y la de la cantina.

Sergio, empleado de la cantina, explica a Cartagena de Ley que llegó esta mañana sobre las siete de la mañana y no apreció nada cuando pasó por delante de la entrada principal, "pues colocaron la reja y la puerta para que aparentase que no había sucedido nada, además de que a esa hora ya está cortado el alumbrado público y todo el barrio está a oscuras". Sergio accede a la cantina por una puerta lateral, por lo que no apreció el robo hasta que encendió la luz "y me vi la máquina del tabaco desplazada y abierta".

Sospecha que los autores llegaron con material apropiado, "pues han desenchufado una nevera, por lo que quizás utilizaron el enchufe para alguna máquina que traían", y también que pueden ser los mismos de robos anteriores en el barrio, "el hombre de la empresa de la máquina del tabaco ha aprecido que la han abierto igual que hicieron con la del local 'El quintillo' hace unos meses".

La máquina del tabaco, que dispone de 26 carriles, la han vaciado completamente, tanto cajetillas como dinero, calculándose en valor en más de dos mil euros. También se han llevado unos setenta euros que Sergio tenía en la caja registradora para el cambio ("han cogido hasta las monedas de 5 céntimos") y un mando de televisión universal valorado en unos cien euros, dejando el televisor, "quizás por el sistema de enganche al techo, que lo han visto muy complicado".

Es la tercera vez en los dos últimos años que entran en el local social. Una vez fue a la sede de la Asociación de Vecinos y otra resultaron afectadas la sede de Ateneo Cultural y la cantina, "en esa ocasión sólo se llevaron el portátil que me había dejado en la barra", apunta Sergio.