La Audiencia rebaja de cuatro a dos años la pena impuesta a cuatro hombres que derribaron durante ocho días tres naves de Santa Ana (Cartagena) para hacerse con las vigas y estructuras metálicas, que después trocearon y vendieron en una chatarrería de La Palma.
Durante ochos días de mayo de 2010, los cuatro acusados derribaron tres naves industriales ubicadas en una finca-granja con un camión y un cable de acero, arrancando las puertas y sustrayendo 250 bebederos, diez comederos y 5 silos valorados en 28.400 euros más IVA. Después, las vigas la vendieron en una chatarrería que desconocía su origen.
El pasado mes de marzo, el juzgado de Lo Penal número 3 de Cartagena castigó a estas personas a cuatro años de prisión por un delito continuado de robo con fuerza y al pago de las costas, objetos sustraídos (28.400 euros) y daños (294.533 euros). La sentencia fue recurrida ante la Audiencia, rechazando el magistrado Rafael Ruiz los argumentos de los abogados de las defensas, alegando, entre otras cuestiones, que eran inocentes, que las puertas estaban abiertas o que se trataba de un hurto y no de un robo con fuerza. Sin embargo, sí individualiza los daños, con lo que no supera a cifra de 50.000 euros en cada uno y supone que las penas de cárcel pasen de cuatro a dos años.
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