Veintitrés alumnos del colegio Santa Joaquina de Vedruna de Cartagena, que se sienten atraídos por el mundo jurídico, visitaron el Colegio de Abogados y el Palacio de Justicia de Cartagena, presenciando juicios y visitando varias salas y los calabozos. "Ha sido impactante, parecía una serie de televisión", expresaron. Incluye GALERÍA DE FOTOS

Ocho de los 23 alumnos de primero de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales de Carmelitas tienen abogados en su familia, mientras que para el resto el mundo del Derecho presenta muchos atractivos (incluidos las dos estudiantes que quieren ser periodistas), especialmente después de los debates filosóficos organizados en el centro. "Queremos ver cómo se desarrolla esta profesión, que nos interesa", nos dicen Marta María y Patricia, mientras que Antonio destaca la faceta "instructiva" de esta experiencia. Gregorio Esteban, tutor de este escuadrón de estudiantes, es el señalado cuando se pregunta por el detonante de esta iniciativa, labor en la que también figura Patricia Martínez Copete.

La coordinación de esta ruta jurídica fue desplegada por el letrado Pedro Copete Cánovas, quien explica que se ha pretendido acercar a los estudiantes "al funcionamiento de la Justicia y a las distintas profesiones que en ella intervienen, principalmente jueces y magistrados, fiscales y abogados".

La primera escala fue el Ilustre Colegio de Abogados de Cartagena, donde su decano, José Muelas, les descubrió a los jóvenes la función que desarrolla para la sociedad dicha institución, siendo sufragados todos los gastos por los propios abogados, y la que llevan a cabo los abogados de oficio, cuya enorme preparación todavía parece desconocida. También les enseñó los fondos bibliográficos históricos, reseñándoles emocionantes episodios representativos de la valía de abogados de épocas pasadas, que constan en actas centenarias. A los alumnos se les trató de transmitir, a grandes rasgos, lo más apasionante de la profesión de abogado y su ejercicio vocacional.

Después tocó una 'express lección' sobre los delitos de los juicios que iban a ver en el Palacio de Justicia (estafa, apropiación indebida, robo, etc.) y las tesis previsibles de acusación y defensa, así como unas pequeñas nociones de las fases del proceso penal. La sala de la sección quinta de la Audiencia Provincial y la de Lo Penal número 1 fueron los destinos en el Palacio de Justicia para presenciar los juicios, aunque en la primera de ellas tuvieron la ocasión de acceder antes de la vista oral, explicándoles, con gran amabilidad, un agente de sala dónde se iban a situar los intervinientes y permitiendo que los estudiantes pudiesen situarse en esos mismos lugares en los que, quizás, en un futuro ejerzan su profesión. También pudieron descubrir el proceso de videoconferencias y, mientras comenzaba la sesión y dado que no había presos, bajar al sótano para conocer los calabozos. "Todo esto está muy chulo" o "Ha sido impactante, parecía una serie de televisión como Castle o CSI" fueron algunos de los comentarios vertidos por los futuribles agentes jurídicos. 


La ronda de juicios, en el lugar donde se 'cocina' la justicia cartagenera, la iniciaron con la causa de Proyecto Joven en la Audiencia, continuaron en Lo Penal número 1, donde presenciaron cómo se conformaba con la condena una imputada con una pena de seis años y seis meses de prisión por varios delitos de robo con violencia y lesiones, y cómo se discutía mediante la celebración íntegra del juicio, la inocencia o culpabilidad en un delito de hurto. También asistieron a dos juicios de faltas ante el juzgado de Instrucción número 1, el primero por el ataque de un perro peligroso a la denunciante, y otro por la sustracción en una mina de diverso materia y chatarra, para su posterior venta.

Los organizadores de la visita, y los propios alumnos y alumnas de Carmelitas, quieren señalar y agradecer la extraordinaria colaboración y favorable disposición de todos y cada uno de los intervinientes en la Justicia a quienes han pedido información y ayuda, debiendo destacar a los magistrados de la Audiencia, los jueces de los penales 1 y 3 (se preparó la asistencia a éste último, pero no se celebraron los juicios por conformidad del acusado) y la jueza de Instrucción 1, Brígida Gil, que al igual que Teresa Álvarez (Lo Penal 1), instruyeron en sala a los alumnos en relación con lo que estaban viendo. La lista de agradecimientos se extiende al juez decano, Jacinto Aresté, quinto ofreció material adecuado a los estudiantes, a las secretarias y funcionarios de dichos juzgados y a agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional, que atendieron más allá de sus funciones. "También hemos recibido un excelente trato y ayuda de la Fiscalía, y una valiosísima colaboración de todos y cada uno de los abogados, pues ni uno solo ha evitado la molestia de atendernos".