El juzgado de Instrucción número 2 de Cartagena, en sentencia que ha confirmado la Audiencia, condena a una aseguradora a abonar 1.402 euros a una chica que sufrió la fractura de la falange de un dedo y heridas cuando su padre le pilló la mano al cerrar la puerta del coche.
El suceso tuvo lugar en marzo de 2012, sufriendo la niña unos daños por los que tardó 28 días en sanar. El juez Jacinto Aresté condenó al padre con una multa de 30 euros y a indemnizar con 1.401,8 euros a su hija, siendo la aseguradora Pelayo Seguros la que debe abonarlos. La compañía recurrió ante la sentencia alegando que no había pruebas de que las heridas se debiesen a ese hecho y que la responsabilidad civil de la póliza no cubre estos incidentes, sino los riesgos creados por la conducción, lo que en este caso no se produce.
El magistrado de la sección quinta Matías Soria rechaza esto último en base a que el Tribunal Supremo recoge que esos riesgos sí están incluidos, al igual que otros en garajes y aparcamientos, por ejemplo. Respecto a las dudas sobre lo sucedido, asevera que en la vista oral no se produjeron declaraciones contradictoras como alega la aseguradora.
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