El juicio contra un hombre acusado de llevar en una furgoneta un paquete con 111 gramos de cocaína concluyó ayer con la petición de la fiscal de que el tribunal de la Audiencia valore la posibilidad de que un tercero fuese quien puso esa cantidad de droga en el vehículo, además de rebajar la solicitud de condena de 5 a 3 años, mientras la defensa reclama que sea absuelto.

La jornada de ayer se inició con la declaración de un agente de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que indicó que no vieron objeto alguno relacionado con la venta de estupefacientes en el vehículo, pero que no llevaron pruebas en el mismo debido a que habían pasado unas seis horas y estaba 'contaminado'. "En este tema no entramos en nuestra labor, que es trabajo técnico, y pienso que se debió avisar al equipo de drogas porque era una cantidad importante", dijo. También declararon compañeros de trabajo del acusado y, el responsable de un taller (confirmaron que había una ventanilla rota del vehículo), además de una técnica forense y no compareció el farmaceútico del establecimiento donde se pesó la cocaína encontrada.

Después, en las conclusiones, el abogado de la defensa, José Antonio Izquierdo Martínez, resaltó que en la operación policial existieron muchas irregularidades, como que el paquete sólo se pudiese descubrir palpando, que avisasen a la Policía Judicial seis horas después, que desapareciera el papel de aluminio que envolvía a al cocaína, el desconocimiento de la identidad del confidente, etc. Pidió que su cliente, quien lleva ocho años firmando cada quince días en los juzgados y se le retiró la licencia de armas (es aficionado a la caza), sea absuelto. La fiscal rebajó la pena inicialmente solicitada de 5 a 3 años, pero pidió al tribunal de la sección quinta de la Audiencia Provincial que valorase la posibilidad de que una tercera persona hubiese puesto el paquete en la furgoneta.

El juicio quedó visto para sentencia.