Sábado, Julio 06, 2024
   
Texto


"Salimos del bar y, sin tener comunicación ni saber por qué, comenzaron a pegarnos"

El juicio por la agresión con golpes y objetos cortantes que sufrieron tres jóvenes cerca del bar Berizo del Barrio Peral quedó visto para sentencia tras una sesión en la que uno de las víctimas mostró sus cicatrices al tribunal en la misma sala. Sólo acudió uno de los dos acusados, estando declarado el otro en rebeldía, de unos incidentes que hace cinco años eran habituales entre jóvenes de origen suramericano, especialmente militares, en una determinada zona del Barrio Peral (Cartagena).

Declaración del acusado:


Noticia relacionada:

Este miércoles juzgan a los que dieron una paliza a tres hombres que salían de un bar



Fueron una decena los que la emprendieron a golpes en la madrugada del 5 de septiembre de 2008 contra dos hermanos y el cuñado de uno de ellos, pero sólo dos fueron identificados entonces y de ellos únicamente uno estuvo ayer en el banquillo de los acusados de la sección quinta de la Audiencia Provincial. Los hechos tuvieron lugar junto a un bar de la calle Submarino del Barrio Peral, donde en aquella época se sucedían las peleas, "los incidentes eran continuos, por lo que la delegación del Gobierno nos pidió un informe con el objetivo de cerrarlo", apuntó durante la sesión un policía nacional. 

La Fiscalía solicita que sea condenado a cinco años y medio de prisión por un delito de lesiones, más el pago de 540 euros por dos faltas de lesiones y el abono de unos ocho mil euros por los daños causados. La acusación particular, que lleva Rafael Escudero, rebaja la pena de prisión a tres años, mientras que la defensa, representada por Feliciano Martínez, solicita la absolución y, en su defecto, una falta de lesiones, rechazando de plano el delito.

El juicio tuvo como único protagonista a C.F.G.C., pues no compareció Tony R.M.C., la otra persona identificada tras la reyerta, habiendo sido declarado como rebelde. También faltó una de las tres víctimas, pero en este caso se explicó que se debía a una enfermedad.

El primero en declarar, como es preceptivo, fue el acusado, militar que ha perdido esa condición por aquel incidente. Dijo que salió del bar junto a un amigo "y entonces un grupo, que venía sin camisas y muy perjudicados (en referencia a la embriaguez), nos insultó, poniéndose mi amigo a hablar con ellos. De pronto vi que se desató una pelea y entré a separar, en ningún momento pegué", afirmó, negando el testimonio de un testigo quien asegura que le vio golpear. No recuerda ver en aquella pelea armas o botellas, "fue todo muy rápido".

Las dos víctimas presentes afirmaron que fueron agredidos por "unas diez personas" que utilizaron una barra de metal, cinturones, botellas, navajas y una llave del coche, entre otros objetos. Uno de ellos afirmó afirmó que al salir para regresar a casa, "sin conocer a ninguno ni tenr comunicación, comenzaron a agredirnos… no sé por qué. A mí me derribaron y siguieron pegándome, por lo que no pude reconocer a más gente". La defensa sostiene que a las heridas que sufrió se le aplicaron una especie de pegamento en el hospital, dentro de su planteamiento de que según la gravedad de esas cicatrices dependería también la calificación y responsabilidad civil de este asunto. Pidió al joven que mostrase las cicatrices que lleva en la espalda, lo que hizo abriéndose la camisa ante el tribunal, fiscal, acusación particular y defensa en la misma sala.

El otro afectado expresó que reclama "justicia, pues lo que hicieron no me parece bonito; se ensañaron y pasó lo que pasó", para después señalar al imputado que estaba en la sala como uno de los protagonistas, "tenía agarrado a mi hermano".

Después testificaron los agentes policiales, señalando lo conflictiva que era la zona y que las personas identificadas "tenían antecedentes". El forense, a continuación, fue objeto, principalmente, de preguntas sobre las heridas producidas y si el tratamiento era el adecuado, remitiéndose a los criterios de los médicos en cada situación.

El juicio, con el tribunal integrado por José Manuel Nicolás, Miguel Ángel Larrosa y Fernando Fernández-Espinar, quedó visto para sentencia.

 

 

Prohibida la publicación de fotografías de este diario digital con la marca 'CYA' en cualquier publicación o en Internet sin autorización.

 


 


Banner
Banner


Banner
Banner
Banner

Login Form

Este sitio utiliza cookies de Google y otros buscadores para prestar sus servicios, para personalizar anuncios y analizar las visitas en la web. Google recibe información sobre tus visitas a esta página. Si visitas esta web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies. Para mas informacion visite nuestra politica de privacidad.

Comprendo las condiciones.

EU Cookie Directive Module Information