Juan Antonio Alajarín, letrado desde 1948, ha hablado con Cartagena de Ley sobre la evolución de la profesión y de la donación de más de tres mil libros de su biblioteca personal jurídica que llevó a cabo al Colegio de Abogados de Cartagena, "que fue mi primer colegio".

Alajarín, a sus 92 años, reside en Madrid, pero desde la distancia sigue muy vinculado a Cartagena, como ha reflejado en la entrevista que ha concedido a Cartagena de Ley, donde asegura que el mejor sitio donde pueden estar sus libros es en la biblioteca del Colegio de Abogados de la ciudad trimilenaria.

En el pasado mes de noviembre de 2011 fue nombrado Colegiado de Honor, ¿qué sintió tras ese reconocimiento?
"Mucho agradecimiento, aunque creo que el nombramiento fue inmerecidamente porque muchos han hecho lo mismo que yo. He trabajado mucho, en toda España, defendiendo a gente en Murcia, Albacete, Vizcaya, etc., de forma gratuita".

Ha ejercido la abogacía desde 1948, ¿cómo ha cambiado la forma de ejercer desde entonces hasta ahora?
"Hay una parte que sí ha cambiado y otra que no, como es la intención. Es una profesión vocacional, sencillamente para procurar bienes. El amor por el derecho no ha cambiado, que es lo esencial. Lo que sí ha cambiado han sido las comunicaciones y la creación de grupos de interés".

¿Qué quiere decir con ésto?
"Ahora existen unas normas administrativas, si antes ser abogado era una profesión personalísima ahora no, se han creado grupos profesionales, como los bufetes, a veces con 20 y 30 personas unidas. Ha cambiado en apariencia, pero no en el fondo".

"Es un aventura, un auténtico crack", dijo de Alajarín el abogado cartagenero José Nieto Molina en el emocionante y justo reconocimiento que tuvo lugar hace año y medio en Cartagena, un acto en el que Juan Antonio Alajarín también tuvo palabras Alajarín para los nuevos letrados que ese día se incorporaban a la profesión, pidiéndoles que no olvidasen jamás "lo honrada que es la profesión de la abogacía; es una profesión que no muere nunca”.

Más de 3.000 libros jurídicos, de su biblioteca personal, los ha donado al Colegio. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
"Durante toda mi vida he recopilado libros sobre legislatura, Derecho Civil, etc., llegando a alcanzar más de tres mil y como no tengo descendientes y no tengo a nadie que me siga, yo creía que debía y que lo mejor sería donarlos al colegio para que puedan ser consultados y sirvan para estudiar a las nuevas generaciones. Además, Cartagena fue mi primer colegio".

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