Escrito por Carlos Illán - AgenCYA. Jueves, 6 de junio de 2013
Tres familias que han sufrido robos en La Aljorra (Cartagena) han decidido ejercer la acusación particular contra los supuestos autores, hacia los que también solicitan al juez que establezca órdenes de alejamiento dado que son vecinos en el pueblo.
Tres personas cuyos domicilios han sufrido robos en La Aljorra estuvieron ayer en el juzgado de Instrucción número 2 de Cartagena para ejercer la acusación particular contra dos vecinos (uno español y otro de origen rumano) que fueron detenidos como supuestos autores de esos robos. Además, dada la cercanía ("uno de ellos vive a sesenta metros de mi casa") solicitaron al juez Jacinto Aresté que se fijen órdenes de alejamiento por su seguridad y para evitar tensiones y nuevos conflictos.
Diego Conesa, Cristina Rico y Martin Fry no se conforman con ser meras víctimas y dejar los robos que sufrieron en sus viviendas en lamentos. Por eso, cuando se enteraron ("a través de los medios de comunicación") de la detención de sospechosos de esos actos delictivos, se personaron para comprobar si entre los objetos incautados habían enseres de su propiedad. Una vez comprobado que así sucedía, se han echado hacia adelante y van a ejercer la acusación particular, según afirmaron a Cartagena de Ley, contra estas personas, una de ellas aljorreña y otra de origen rumano.
Cristina sufrió la entrada a la fuerza en su vivienda el 21 de junio de 2011. "Destrozaron el armero y se llevaron joyas, armas, teléfonos y otros objetos", explica. Oro, joyas, teléfonos y cámaras de vídeo fueron algunas de las propiedades que desvalijaron de la residencia de Martin, mientras que Diego, en la noche del 25 de mayo de 2012, se quedó "sin dos millones de pesetas que tenía para pagar la nómina a mis empleados y otro millón en joyas y ordenadores, además de que arrancaron de cuajo la puerta blindada", explica. El disgusto que se llevaron fue inmenso y, encima, "damos gracias de que no estábamos en casa, pues sabemos de otros vecinos que sufrieron la violencia de actuación de estas personas", añaden, indicando que a una víctima le dañaron seis costillas y que a otra le cortaron un dedo a una persona mayor para arrebatarle un anillo. "Al parecer, la Guardia Civil llevaba dos meses investigando a este grupo, en el que un yugoslavo es el cabecilla".
Uno de ellos, Diego, también nos relata que uno de los dos acusados ha estado trabajando a sólo cincuenta metros de su casa en las últimas fechas. Dada esa proximidad entre supuestos atracadores y víctimas, y para evitar situaciones conflictivas, los tres denunciantes le solicitaron ayer al juez que establezca órdenes de alejamiento.
Es posible que entre los objetivos incautados existan pertenencias de más víctimas, "pero quizás muchos no se enteraron de que fueron detenidos. Nosotros sí lo hicimos al seguir las noticias de los medios de comunicación y nos personamos en Comisaría, donde comprobamos que habían objetos nuestros".
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