Tres guardias civiles aseguran que el acusado de asesinar a su compañero de vivienda en El Lugarico de la Roda (Torre-Pacheco) reconoció esa noche la autoría, pero en el juicio, celebrado ayer en la Audiencia en Cartagena, el imputado dijo no recordar nada. Este asunto también tiene un capítulo curioso al no tenerse noticias de la viuda del fallecido pese a que se personó en un principio como acusación particular.

El juicio contra Khalin Z., previsto para dos días, se pudo celebrar totalmente en el día de ayer, en sesiones de mañana y tarde, con lo que esta mañana el jurado popular, integrado por 5 hombres y 4 mujeres, ya recogerá el cuestionario de preguntas sobre el que tendrá que deliberar.

Khalin dijo no recordar nada de lo que sucedió tras la medianoche del 28 de diciembre de 2011, cuando falleció de su compañero de vivienda Mustapha a consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza, supuestamente por el acusado. Afirmó que esa mañana fue al médico y que le inyectaron algo, no recordando nada más.

Después, en la sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena, testificó un hombre que estaba en la casa de al lado visitando a un tío. Fue avisado por el propio Khalin, a quien observó "que no estaba bien, estaba nervioso y dando vueltas mientras que gritaba: 'Ha llegado la hora". También afirmó no tener constancia que entre el acusado y la víctima existiese algún conflicto. Al igual que casi todos los que esa noche estuvieron en la escena del crimen, afirmó haber observado en el sospechoso restos de sangre en la frente y en los nudillos de la mano.

La otra persona que convivía con Khalin y Mustapha en la vivienda no acudió al juicio. "Está en el extranjero", explicó el juez Matías Soria, por lo que la secretario dio lectura a su declaración ante la Guardia Civil, en la que dijo que estaba durmiendo mientras ocurrió todo y que fue avisado por Khalin, "quien llevaba tres días raro, aunque la relación entre ambos era buena".

Sí afirmó haber escuchado la confesión de Khalin ante la Guardia Civil, de la que también dieron fe tres de los cuatro agentes que ayer pasaron por la sala. "Estaba nervioso y agitado cuando cogió una bombona de butano que lanzó contra uno de nosotros. Al ser reducido seguía nervioso, con la mirada perdida (daba miedo, dijo uno), y le preguntamos: ¿Lo has hecho tú?. Lo afirmó con la cabeza y comentó que le había insultado, que se pelearon y que le golpeó contra el suelo". La defensa, que lleva de oficio el letrado Fulgencio Angosto, apuntó que fueron "respuestas a las preguntas de alguien con problemas de entender el idioma" y no comentarios surgido de su cliente.

Uno de los policías judiciales, a preguntas del fiscal, descartó una de las otras versiones que el acusado expresó en sus diferentes declaraciones. En este caso, que los autores fueron componentes de una mafia. "Es inverosímil porque la víctima no era conocido en ese mundillo y porque todos los que acudieron al lugar instantes después sólo vieron dos personas, al sospechoso y a la víctima".

Después se abrió el capítulo pericial. Las forenses del Instituto de Medicina Legal de Cartagena, que han elaborado dos informes mentales, consideran que es totalmente imputable, que no tiene enfermedad mental alguna ni problemas de drogas. También señalaron que en el primer informe comenzó hablando en español con fluidez hasta que le preguntaron por lo sucedido. "Es consciente y finge", afirmaron. En el segundo informe sólo habló a través de intérprete. "Nunca dijo que tuviera amnesia y sí dio cuatro versiones", añadiendo que en un momento determinado de la conversión sí expresó: "Cuando lo vi morir…". Los forenses que practicaron la autopsia confirmaron que la causa de la muerte fue un politraumatismo craneal-facial. "Primero recibió un fuerte golpe en la parte posterior del cráneo, cayó bocaabajo y ahí fue golpeado varias veces contra el suelo. La sangre en los nudillos se la pudo producir con el suelo mientras golpeaba la cabeza", señalaron.

"No hubo contacto entre el acusado y la víctima"

Otro informe se conoció a través de video conferencia desde Murcia y resultó algo confuso, teniéndose que repetir varias veces para que lo entendiesen bien el jurado y los presentes en la sala. Ese informe reflejó que no había restos de ADN de la víctima en las uñas del imputado y sí de otra persona que se desconoce, con lo que una de las principales pruebas de cargo quedó 'tocada'. "Ese informe refleja, según los restos en las uñas y en la ropa, que no existió contacto físico entre mi cliente y la víctima, lo que refleja unas dudas más que concluyentes sobre la autoría", indicó el letrado Fulgencio Angosto, quien en las conclusiones solicitó la absolución de Khalin.

¿Y la viuda?
Por su parte, el fiscal mantuvo la petición de pena de 15 años de prisión, más el pago de 108.846 euros a la viuda del asesinado y de 9.070 euros a los padres. Lo curioso de este asunto es que la viuda se personó, con abogado, como acusación particular en la instrucción que llevó a cabo el juzgado número 5 de San Javier, pero al pasar el asunto a la Audiencia nadie ha vuelto a saber nada de ella.