El que fuera creador y director del Instituto Anatómico Forense de Cartagena, Emilio Pérez Pujol, recibió ayer, de manos de la alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, la encomienda de la Orden de Isabel la Católica, concedida recientemente por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Incluye GALERÍA DE FOTOS

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Familiares y amigos han acompañado a Emilio en este día tan señalado. Barreiro ha afirmado que, al igual que sucede en el ámbito político, en el campo de la justicia, Emilio ha hecho grandes amistades, pero también enemigos, lo que es una muestra de la profesionalidad y objetividad que caracteriza su labor.

La alcaldesa también ha puesto de manifiesto la estrecha relación que existe entre ambos y cómo fue en el año 1989 cuando este forense, de opiniones radicales y contundentes, según Barreiro, empezó su lucha por la puesta en marcha del Instituto Anatómico Forense de esta ciudad.

Antes de conceder la palabra al homenajeado, Pilar le ha agradecido su trabajo tanto en la formación como en los avances técnicos, los cuales han posibilitado que el centro de Cartagena sea uno de los más punteros. Asimismo, le ha deseado la mejor de las suertes para esta nueva etapa de su vida.

Tras agradecer este reconocimiento a todas las personas que lo han hecho posible, Emilio ha confesado que es forense por accidente, tras realizar una sustitución.

Durante su discurso, se ha referido al Instituto Anatómico Forense como su hijo profesional. Y es que, gracias a la ilusión compartida por él y el Consistorio cartagenero, este centro vio la luz. El objetivo de esta iniciativa era no tener que depender del caótico Instituto Nacional de Toxicología, ha subrayado, cuyos resultados solían tardar meses.

Después de ser trasladado a Murcia, Emilio regresó a Cartagena donde ha pasado los tres últimos años en paz y tranquilidad. Ahora, este premio supone la guinda del pastel, en palabras de Pujol, que se retira tras años dedicados a esta especialidad.