La Guardia Civil ha intervenido 113 kilos de de pulpo, de menos de un kilo, al propietario de un restaurante de San Pedro del Pinatar que acababa de adquirirlo de una embarcación, sin pasar previamente por la lonja. Los hechos, que son constitutivos de una infracción administrativa a la legislación en materia de pesca marítima, ya han sido denunciados.

Los hechos tuvieron lugar después de que los agentes del Seprona detuvieran una furgoneta a la salida del puerto pesquero de San Pedro del Pinatar y comprobaran cómo transportaba varios barreños de grandes dimensiones cargados de ejemplares de pulpo, algunos de ellos todavía vivos.

Tras comprobar la carencia de la documentación de los animales y sus reducidas dimensiones, los agentes procedieron a liberar en las aguas del propio puerto los especímenes todavía vivos, y a intervenir el resto de la mercancía, la cual ha sido depositada en dependencias de la lonja de San Pedro del Pinatar.

El autor de los hechos resultó ser el titular de un restaurante de la zona que manifestó a los agentes que acababa de comprar el pulpo directamente a los responsables de una embarcación de pesca sin haber pasado antes, como es preceptivo, por la lonja, y que tenía la intención de servirlo en su establecimiento.

Además, el pulpo intervenido carecía de la documentación preceptiva que debe acompañar a las especies pesqueras en su primera venta. El peso mínimo para su captura y comercialización es de un kilo según la normativa en la materia.

El pulpo, previa declaración de su aptitud para el consumo por un inspector de la Consejería de Sanidad, será entregado a diversos centros benéficos de la Región.