Denunció que había sido violada en dos ocasiones en una casa azul y en el juicio en la Audiencia aseguró que sólo fue una vez. Es una de las contradicción en la que se basa la sentencia de la sección quinta, que absuelve a un hombre para el que se pedían doce años de prisión y que estuvo defendido de oficio por los abogados Francisco Paterna y Carlos Bernabé.

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El misterio de la casa azul

El tribunal de la sección quinta, en su sentencia, comienza resaltando que para que exista un delito continuado de agresión sexual exige que quede patente la negativa de la víctima y que la declaración de la misma sea lógica. Después analiza las declaraciones efectuadas en el cuartel de la Guardia Civil, en el juzgado que llevó la instrucción, ante los forenses y en la vista oral que acogió la Audiencia hace unos días, apuntando que la menor declaró de forma contradictoria, pues primero dijo que había sido violada en dos ocasiones y ante la Audiencia manfiestó que fue una vez. También hubo contradicciones sobre quien rellenaba los partes de salida del instituto. También destaca que los forenses, tras enterarse que la chica dijo haber sido violada una vez y no dos, como les había manifestado a ellos, expresaron que no era factible, desde el punto de vista de la credibilidad, "la credibilidad en dicho dato".

Así, el tribunal, que tuvo al magistrado Fernando Fernández-Espinar como ponente, considera que en modo alguno ha quedado probado el acceso carnal y que, de haberse producido, no se prueba que se hubiese llevado a cabo mediando la violencia o la intimidación. Finalmente, falla que el acusado queda absuelto.