El juzgado de Lo Penal número 2 de Cartagena, cuyo titular es Álvaro Bellas (en la fotografía), ha absuelto a los dos bomberos que fueron acusados de quemar un autobús de prácticas en un solar anexo al Parque en la Noche de San Juan de 2006. El fallo judicial recoge que los indicios "dan mayor credibilidad a las acusaciones respecto a las defensas", pero que resulta imposible determinar "a ciencia cierta si fueron los acusados o no los autores del incendio que nos ocupa, por lo cual procede su libre absolución a pesar de los fuertes indicios antes apuntados". Los abogados de los bomberos consideran que se ha hecho justicia de un asunto que ha ocasionado muchos trastornos a sus clientes durante seis años, mientras que desde la asesoría jurídica del ayuntamiento de Cartagena se estudia si recurrirán la sentencia ante la Audiencia Provincial.

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En la vista oral, celebrada el 30 de enero pasado, durante cuatro horas, la Fiscalía solicitó que los dos acusados fueran condenados por una falta de daños, mientras que el Ayuntamiento pidió pena de dos años de prisión al considerar de que se trataba de un delito. Por su parte, los abogados de las defensas, José María Latorre y Mario García, solicitaron que fuesen absueltos.

La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico digital, reseña que, aunque los acusados niegan los hechos, hay detalles periféricos que otorgan más credibilidad a las acusaciones, pero que no es posible determinar a ciencia cierta que estas dos personas fuesen los autores del incendio, por lo que procede su absolución pese a esos fuertes indicios. También refleja anomalías en el procedimiento administrativo y que se debió llevar a cabo una mejor y más rápida investigación de lo sucedido, pues pasó un tiempo importante (cuatro meses) que provocó que las pruebas quedasen contaminadas.

Mario García se muestra satisfecho por el resultado, "ya que no hay pruebas directas de que los autores fuesen nuestros clientes y nosotros, desde el principio, veíamos que la acusación no tenía base en un proceso con muchas irregularidades", indica. También hace hincapié en que el autobús incendiado estaba en un descampado al acceso de muchas personas y ya había sufrido anteriormente el robo de varias partes para ser vendidas como chatarra. Este último comentario también lo amplía José María Latorre, el otro letrado de la defensa, indicando que en esa zona ya se habían sofocado varios fuegos en aquellas fechas, "pues solían acceder chavales de barrios próximos, por lo que esa noche de San Juan pudo suceder lo mismo, pues a nuestros clientes, cuando fueron a vaciar una garrafa de aceite, sufrieron cómo chavales esa noche le lanzaban piedras". Remarca que el responsable de bomberos "que inició el asunto con su acusación reconoció en el juicio que no vio a los autores" y que siempre los dos acusados han defendido la inocencia, "como reflejaron, incluso, al rechazar un acuerdo que se les propuso antes de la vista oral". También apunta que han sufrido trastornos de salud y miedo a la expulsión durante todo este tiempo, "pero al final se ha hecho justicia pues sí o sí tenia que ser absolutoria".

Un portavoz de la asesoría jurídica del ayuntamiento de Cartagena manifestó a este diario que se está estudiando el asunto y todavía no está decidido si se recurrirá la sentencia ante al Audiencia Provincial.

Este asunto también tiene un expediente administrativo que se paralizó al iniciarse la vía penal.