La Audiencia Provincial no pudo celebrar ayer un singular caso por tráfico de drogas, aderezado con el hurto y la tenencia ilícita de armas. En primer lugar, el asunto se destapó cuando un hombre consiguió retener a uno de los ladrones que habían robado en su casa y avisó a la Guardia Civil, descubriéndose entonces que habían cogido dos bolsas con droga, por lo que el propietario fue acusado de un delito contra la salud pública. Después está el motivo de la suspensión de ayer, pues el acusado, de origen magrebí, está retenido en Melilla, aunque no se sabe si estaba intentando entrar o salir de España. Si fuese el segundo supuesto, podría ser declarado en rebeldía. Por su parte, el otro imputado está en Uruguay y ya está declarado como rebelde.

13 de noviembre de 2008, sobre las cinco de la tarde. Dos personas entran en una vivienda de Balsapintada (Fuente Álamo) y se apoderan de dos bolsas, un teléfono móvil y un reloj. El propietario, Antonio, los sorprende y tras una persecución por el exterior de la vivienda logra retener a uno de ellos, Youssuf. Avisa a la Guardia Civil de El Albujón y a la Policía Local de Fuente Álamo, quienes al llegar escuchan como el ladrón dice que las dos bolsas que cogieron debajo de una cama tenían drogas y las tiraron en un descampado. Son localizadas y en su interior acogen 50,81 gramos de cocaína, que en el mercado ilícito están valoradas en 3.060 euros.

Ante esa nueva situación, el propietario es detenido bajo la acusación de narcotráfico, a lo que se une la tenencia ilícita de armas al encontrarse en la vivienda dos escopetas.

La Fiscalía, en sus conclusiones provisionales, solicita las penas de quince meses de cárcel por hurto para Youssuf, más el pago de los 69 euros del móvil sustraído, mientras que para Antonio se piden cinco años de cárcel por el delito contra la salud pública y quince meses por la tenencia ilícita de armas.

Ana Sánchez Aliaga, a través del turno de oficio, es quien defiende a Antonio en este asunto, solicitando que se rebaje la pena al aplicarse diversas atenuantes, como la confesión y la toxicomanía.

El problema está en la imposibilidad de celebrar el juicio, que ya acumula tres suspensiones. La última tuvo lugar ayer, ante el tribunal presidido por José Manuel Nicolás en la sección quinta de la Audiencia Provincial. Antonio está en Paraguay y ha sido declarado en rebeldía, pero se decidió juzgar a Youssuf, quien tras la segunda suspensión había sido localizado embarcando en Almería, donde se le citó para presentarse ante el forense y en el juicio. Sí acudió el 16 de noviembre al Instituto de Medicina Legal, pero no ayer a la vista oral. Cuando iba a ser declarado en rebeldía por el tribunal, se recibió una llamada telefónica indicando que estaba retenido en Melilla, aunque no se aclaró si estaba intentando cruzar la frontera hacia un sentido u otro.