* El forense Emilio Pérez Pujol se jubila este próximo lunes tras tres décadas en la profesión

* En su palmarés figura dirigir el Instituto Anatómico Forense de Cartagena, que fue el primer que surgió en la Región en 1989, y dirigir después el Instituto de Medicina Legal de Murcia

* "Tras ser relevado al frente del IML, he pasado en Cartagena los tres mejores años de mi vida haciendo lo que me gusta: forense de pueblo"

* "En un caso de homicidio, estuvimos once días hablando con el acusado mañana y tarde; se le desmontó su historia y fue condenado"

* "Algunas víctimas de tráfico piensan que les ha tocado el euromillón, pero llegamos nosotros y lo dejamos en el reintegro"

* "Hay pocos forenses porque se ganaba menos que en la Seguridad Social, pero eso se va a ir equiparando"

"El lunes será mi primer día como pensionista". La frase es de Emilio Pérez Pujol, quien ese día firma su cese como forense del Instituto de Medicina Legal y cierra una etapa que abrió en octubre de 1982, cuando el juez Carlos Morenilla lo nombró como forense sustituto en Cartagena. Sin embargo, su palmarés como trabajador es más amplio. Pérez Pujol, del signo Aries por mor del zodiaco, nació un 27 de marzo de 1943 en Madrid, como fruto del amor entre un catalán y una cartagenera. En Madrid inició sus estudicios de Medicina, que concluyó en Cádiz, ciudad en la que comenzó a trabajar como residente de la UVI, siendo en abril de 1965 cuando llega a Cartagena con una plaza en radiología del hospital del Rosell. "Fui uno de los componentes de la primera promoción de residentes de este centro", recuerda, además de apuntar que cesó esa faceta en mayo de 1989, quedando entonces cien por cien forense.

Su trayectoria en el mundo forense, como hemos apuntado, comenzó en 1982 como sustituto, pasando al año siguiente a ser interino y obteniendo la plaza por oposición en 1985, para en 1986 tomar posesión como forense titular de carrera. En 1989 fue nombrado director del Instituto Anatómico Forense de Cartagena, que fue el primero que se constituyó en la Región. Otra fecha importante fue marzo de 2003, cuando accede al cargo de director del Instituto de Medicina Legal de Murcia, en su fundación. Fue relevado, con conflicto incluido, el uno de septiembre de 2009.

CDL. Ahora, tres años más tarde y en la antesala de su despedida de la profesión, ¿cuál es su respuesta sobre el motivo por el que le relevaron?
EPP. Fueron tres las causas. Primero, unos comentarios que efectué en prensa sobre la Ley de Violencia de Género. Segundo, por la encarnizada lucha contra mí que llevó a cabo el sindicato CC OO desde que tomé posesión del cargo en Murcia. Y tercero, por los celos profesionales de un asesor forense.

CDL. Entonces volvió a Cartagena…
EPP. … y aquí he vivido los tres mejores años de mi vida, haciendo lo que me gusta y sin responsabilidad de cargos. En la vida no hay mal que por bien no venga y no se puede forzar al destino.

CDL. Usted accedió a la profesión de forense por imposición judicial, pues no tenía la opción de negarse.
EPP. Y luego me encantó tanto esta profesión que dejé el otro trabajo en la Seguridad Social para centrarme en esta labor. Por eso digo que muchas veces la función hacer el servicio y no el servicio la función.

CDL. Emilio Pérez Pujol que cree en la providencia y en el destino, mostrándose muy filosófico con los tumbos profesionales que ha experimentado. ¿Han sido para bien o para mal?
EPP. En mi vida esos cambios de rumbo no me han perjudicado, pues es sido formador, gestor y fundador del Instituto de Medicina Legal, director de un instituto local cuando no había limitación territorial, director del instituto regional y forense de pueblo, que es el más bonito que hay. Realmente, nunca abandoné las funciones de forense, pues es lo que más me gusta, y si tenía que redactar escritos o reclamar lo hacía porque era un complemento para hacer lo que más me gustaba.

CDL. En estas tres décadas llevó a cabo tres salidas internacionales a El Salvador (1991), Ruanda (1994) y Kosovo (1999). ¿Qué recuerda?
EPP. Fuimos a trabajar tras concluir la guerra de El Salvador, el genocidio de Ruanda y por la búsqueda inexistente de fosas comunes en Kosovo. Fue muy divertido.

CDL. ¿Fue divertido?, preguntamos extrañados.
Sí, se pasó bien y, aunque esté jubilado, si me dicen de volver a esos lugares, lo haría.

CDL. No detalla más la respuesta, por lo que le planteamos a continuación si tiene anécdotas destacadas en esta profesión.
EPP. Muchas, pero ninguna en especial. Los forenses somos los únicos médicos que pueden hacer que las personas se desnuden en auténticos teatros, como son los palacios de Justicia, pues es el edificio donde más se miente en una ciudad. En ese panorama, el forense es un privilegiado al estar en un palco desde el que ve a las personas y a la sociedad desnudas. Así, la gran satisfaccion de los médicos forenses es ofrecer la verdad a los jueces para que hagan justicia.

CDL. ¿Y es muy complicado extraer esas verdades?
Más fácil de lo que la gente piensa. Hay que dedicarle tiempo, como a todo en la vida. Por ejemplo, en un caso de homicidio estuvimos once días hablando mañana y tarde con el acusado. Aquí le desmontamos su historia y fue condenado.

CDL. Donde sí tienen faena en este terreno es con los accidentes de tráfico.
EPP. Algunas víctimas piensan que les ha tocado el euromillón, pero llegamos nosotros y los dejamos con el reintegro. Aquí nuestra misión es la misma, servir la verdad al juez.

CDL. Curiosamente, y pese a la crisis, hay pocos forenses esperando puesto de trabajo. 
EPP. El motivo es que un forense gana poco en comparación a lo que se gana en la Seguridad Social, donde se percibía el doble, pero que ahora se están 'apretando los machos'. Así, la distancia se equilibrará y ser forense será otra opción tan a tener en cuenta como médico en el Servicio Murciano de Salud.

CDL. Emilio demostró que no tiene pelos en la lengua y sí un brillante sarcasmo, además de ser claro y directo siempre, en la conversación que mantuvo con Cartagena de Ley, se aprestaba a un almuerzo de despedida con sus compañeros de Cartagena. No será la última despedida de su sector profesional, pues el día 29 de este mes hay otra organizada por cuatro compañeros de Murcia y el Tribunal Superior de Justicia de la Región para todo el mundo judicial en el Jardín Botánico de El Albujón.

Paralelamente, Pérez Pujol irá adaptando su vida a nuevos hábitos, tanto en su domicilio de Los Barreros con sus seres queridos como en otras ocupaciones, como son aprender alemán e ir al gimnasio.

CDL. Para cerrar la entrevista, ¿desea comentar o apuntar algo más?
EPP. Adiós, sin más.