Francisco R. H. ha sido condenado a quince meses de prisión tras declararse autor de los delitos de estafa y falsificación de documentos mercantiles, aceptando el acuerdo alcanzado por su abogado y por la Fiscalía, que deja la pena en quince meses de cárcel y el pago de 14.200 euros.

Con este juicio queda cerrado un asunto judicial que tuvo su primer capítulo cuando fue juzgado el otro imputado, quedando pendiente su compañero en este asunto, que surgió en 2005, cuando uno de los acusados, empleado de Mar Mango SL, aprovechándose del acceso que tenía a los talonarios de la empresa, se apropió de varios pagarés, y de mutuo acuerdo con el otro acusado, los rellenó y firmó como si fuese el administrador. Así consiguieron cobrar varios, hasta que fueron descubiertos y acusados.