Nueve jóvenes letrados de la Escuela de Prácticas Jurídicas de Cartagena protagonizaron ayer las pruebas definitivas para la obtención del Certificado de Aptitud Profesional (CAP).

La nebulosa que en ocasiones alcanza a la Justicia también llega a su parte formativa. Hace unos meses todo apuntaba que iba a ser imprescindible obtener el CAP para ejercer, pero ahora no está claro y tampoco se sabe si a partir del curso próximo será obligatorio o pasará a la historia. El caso es que nueve jóvenes licenciados de Derecho decidieron, de forma voluntaria, acometer este reto y ayer afrontaron su etapa final, como dictamina el Colegio General de la Abogacía Española.
Un escrito deontológico, un examen general escrito (prueba procesal) y el examen oral (exposición de un informe de conclusiones en juicio) fueran esos últimos retos que tuvieron que afrontar ante un tribunal compuesto por seis profesionales del mundo jurídico que, según la fotografía adjunta de izquierda a derecha, fueron:

- Miguel Ángel Pouget, un letrado con más de una década de experiencia
- Carlos Díez, catedrático de Derecho Civil de la Universidad Politécnica de Cartagena
- Ramón Alonso Luzzy, secretario del juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena
- José Muelas, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Cartagena
- José Manuel Nicolás Manzanares, presidente de la sección quinta de la Audiencia Provincial
- Antonio Navarro Selfa, director de la Escuela de Prácticas Jurídicas San Isidoro de Cartagena

Las sensaciones fueron muy buenas para todos. A buen seguro, se trata de otra buena hornada de jóvenes letrados. Por aptitud no va a quedar.