Sustrajeron unas 600 piezas de oro en viviendas de Mazarrón, Totana y Málaga y obtuvieron unos beneficios de 80.000 euros tras venderlas en Cartagena con documentación belga falsa, llegando a utilizar has cinco identidades diferentes. El juzgado de Guardia de Cartagena decretó la entrada en prisión del 'cabecilla', el ingreso en el Centro de Internamiento de Extranjeros para expulsión del territorio nacional de otros dos y la puesta en libertad del último.

Tras intensas investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional, desde el pasado mes de febrero, se ha logrado desarticular completamente, un grupo criminal organizado, compuesto por cuatro personas de origen albanés, acusadas de multitud de robos con fuerza en domicilios, sustrayendo gran cantidad de dinero y joyas, que han sido totalmente recuperadas y entregadas a sus propietarios.

Estas investigaciones se iniciaron al tener conocimiento, a través del seguimiento policial de las ventas de joyas, de que varias personas con pasaportes belgas, estaban sacando a la venta una cantidad ingente de oro.

Comprobados los pasaportes de estos individuos se pudo confirmar por  INTERPOL, que las filiaciones que figuraban eran falsas, llegando a utilizar hasta cinco identidades diferentes, por lo que se comenzaron a centrar todas las investigaciones en la procedencia de las joyas vendidas.

Tras múltiples solicitudes de información a otras plantillas policiales y a otros cuerpos policiales, se constató que las joyas habían sido sustraídas de varios domicilios situados en la localidad de Mazarrón y Totana, y por las que fueron interpuestas sendas denuncias en los puestos de la Guardia Civil.

Posteriormente también se averiguó que otra gran parte de las joyas vendidas procedían de varios domicilios de Málaga, siendo todas ellas recuperadas y entregadas a sus propietarios que se desplazaron a nuestra localidad para su reconocimiento.

La investigación policial pudo aportar a la Autoridad Judicial toda una serie de indicios que confirmaban la constitución de estos individuos en grupo criminal organizado, pues sus integrantes tenían un específico reparto de tareas y funciones, mientras unos se encargaban de seleccionar el objetivo más adecuado, que en estos casos eran domicilios apartados de los núcleos de población, otros de consumar el delito propiamente dicho y posteriormente entregar los efectos sustraídos a otros que lo transportaban hasta otras ciudades y de esta forma dificultar la investigación policial y finalmente, otros tenían como misión convertir las piezas de oro sustraídas en dinero en efectivo, todo ello con una perfecta estructura jerárquica.

Tras varios meses de investigaciones y una vez identificados plenamente a la totalidad de la organización, se procedió a las detenciones de todos ellos, que lo fueron “in fraganti”, en el momento que intentaban introducir en el mercado lícito gran cantidad de joyas sustraídas en un domicilio de Málaga.

Una vez solicitado el preceptivo mandamiento de entrada y registro, agentes policiales se desplazaron a la localidad de Mazarrón donde tenían ubicada su residencia, e intervinieron a los detenidos gran cantidad de dinero, joyas y material informático, procedentes de otros robos en domicilios.

Hasta el momento los investigadores pudieron constatar que dos de los detenidos son naturales de Albania, mientras que los otros dos, que también llevaban documentación falsa, no se ha podido verificar su procedencia, aunque se presume que comparten nacionalidad con los anteriores.

En total se han recuperado  unas 600 piezas de oro, entre relojes de alta gama, colgantes, pendientes, sellos grabados con distintas iniciales, cruces, pulseras, esclavas y demás piezas, que pesaban unos 3.200 gramos y que fueron vendidos a precio de mercado de segunda mano por unos 80.000 euros.  La investigación a sido llevaba a cabo por el Grupo de Robos de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Cartagena.