Dos años de prisión y el pago conjunto de 240.000 euros es la condena que la sección quinta de la Audiencia Provincial ha impuesto a José C. A. y Rosario C. A., los dos hermanos que ocultaron la existencia de su sobrino cuando firmaron la declaración de herederos de un hermano fallecido. El joven, cuyo intereses ha defendido el letrado Emilio Cerezuela del Castillo, aseguró el día del juicio que conoció a la familia de su padre.

Francisco C. A. falleció en 1996 y, en 2001, tras la declaración de los hermanos de que tenía herederos, un juez dictó un auto que les permitió heredar la casa, que después recayó en propiedad de un solo hermano (Jesús), quien la vendió en 2005 a una inmobiliaria por 480.000 euros. La cuestión está en que Francisco tenía un hijo de una relación extra matrimonial, quien hubiese sido heredero directo, pero sus tíos lo ocultaron.

El pasado 22 de febrero se celebró la vista contra los dos hermanos por un Delito de Estafa. Éstos aseguraron que desconocían la existencia de José. "Sólo sabíamos lo que dijo mi hermano en la agonía, con todos delante, y era que había tenido un desliz, pero nada más", dijeron. También explicaron que la propiedad de la finca de sus padres pasó a Jesús "porque era la voluntad de nuestra madre".

La madre del hijo (José C. G.), declaró que, cuando ella residía en El Algar, inició una relación con Paco, conociendo entonces a su familia. Después ella marchó a Alicante, donde continuó esa relación hasta que, cuando el niño tenía dos años, se rompió a causa de los problemas que Paco tenía con las drogas. Durante ese tiempo, el joven visitó a su familia paterna en alguna ocasión, coincidieron varios testigos en su declaración en la sala.

La sentencia señala que "no existe duda de la veracidad de la declaración del perjudicado, su tía y su madre, cuyas manifestaciones quedan corroboradas por la aportación de las fotos y la verosimilitud de las razones ofrecidas para su tenencia, que avalan lo declarado por los mismos, a lo cual procede añadir a mayor abultamiento la doctrina referida a las manifestaciones de los acusados".

En base a ello, el tribunal de la sede cartagenera de la Audiencia Provincial, compuesto por Fernando Fernández Espinar, Matías Soria y José Joaquín Hervás, ha condenado a los dos hermanos, Rosario y José, a  dos años de cárcel y el pago conjunto a su sobrino (José C. G.) de 240.404 euros, además del abono de 30.000 euros por el daño moral causado. Los otros dos acusados, Sebastián C. A. y Ángeles C. A., ha sido absueltos de esta causa.

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