Robó en la misma noche un bar y una panadería del Barrio de la Concepción (Cartagena), pero no le bastó, por lo que al día siguiente volvió a entrar en el bar del grupo Colorado. Finalmente, hartos, sus vecinos le denunciaron y, ante el juez de Lo Penal número 2 de Cartagena, la Fiscalía le pidió diez años de cárcel. Su abogado de oficio, Manuel Nieto Gens, trató de alcanzar un acuerdo que el acusado rechazó, por lo que renunció a este letrado. Sin embargo, no designó sustituto y otra vez Nieto Gens le defendió, entablándose otra negociación que dejó la pena en tres años de prisión.
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Piden diez años para el hombre de quien se hartaron los vecinos de que les robase
Fue un acusado singular, tanto por los objetivos que escogió para robar en tan poco tiempo como por los problemas que dio para su defensa. La Fiscalía reclamó al juez, Álvaro Bellas, que fuese condenado a una década de encierro por dos delitos de Robo con Violencia y uno de Robo con Fuerza. Su abogado negoció dejar la condena en seis años a cabo de su confesión, pero el acusado quería que se le aplicase la atenuante de toxicomanía sin tener documento alguno que lo respaldase. Al decirle el letrado que sin ese certificado no se podía rebajar más la pena, decidió cambiar de abogado, pero no tuvo sustituto y nuevamente Manuel Nieto tuvo que defenderle de oficio. En ese período de tiempo, el acusado consiguió el antecedente de toxicomanía y entonces la pena se pudo rebajar a tres años (ya se encuentra en el centro penitenciario de Sangonera), con un programa de desintoxicación.
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