Todo es importante cuando se afronta un interrogatorio en una sala de vistas, desde la forma de vestir, los gestos, los valores o, incluso, si se está ante un juez o una jueza. Así lo expresó García Ramírez a los alumnos del curso de técnicas de interrogatorio celebrado en Cartagena. Otra de sus afirmaciones fue que un abogado "se dicta sentencia aprendiendo a negociar". Incluye GALERÍA DE FOTOS

Afecta llevar o no corbata (la forma de vestir), el sexo del juzgador (juez o jueza), la afinidad de valores (potencia la simpatía) y hasta si se es más atractivo o menos influye en la credibilidad durante un interrogatorio. Así lo afirmó García Ramírez, quien también puso especial énfasis en los gestos. "Quien entra serio en una sala comete un error, pues su actitud es amenazante; y también la risa debe quedar fuera, pues no hay nada gracioso en un juzgado". Expresó, para a continuación lanzar dos frases contundentes. "Más vale evitar el peligro que salir de él" y "Un abogado evita el peligro aprendiendo a negociar".

Aseguró a los letrados asistentes que lo malo de esta profesión "es que nos hemos apropiado de facultades que no conocemos", matizando que es mejor "que yo os eche la bronca antes que el cliente... y digo todo esto con cariño". Invitó a leer más, "pues habitualmente los abogados sólo leemos cosas técnicas o novelas".

Sobre el interrogatorio, uno de los asistentes apuntó que lo lleva a cabo apoyándose en su experiencia y sentido común. "Yo digo que el sentido común es negociar aprendiendo técnicas de negociación", respondió. "Cada uno es responsable de su formación" y "Meditar es la base de la negociación", fueron sus siguientes frases. También expuso que los jueces 'pasan' de muchos testimonios, "salvo cuando lo que se dice sea algo objetivo".